El nuevo canciller, Gerardo Werthein, decidió avanzar con la motosierra desde el inicio de su gestión en el Ministerio de Relaciones Exteriores y dispuso la salida del secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Héctor Marcelo Cima.
Se trata de un área muy relevante de la Cancillería, con influencia en las negociaciones económicas y comerciales bilaterales y multilaterales y en eventuales acuerdos con otros bloques regionales, como el que sigue sin definirse con la Unión Europea (UE).
Cima era miembro del Servicio Exterior argentino desde 1985, cumplió roles en la Organización Mundial del Comercio y en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra durante el kirchnerismo y la gestión de Cambiemos.
Además de Cima, dejaron sus cargos los funcionarios que estaban debajo de él en el área, entre ellos el subsecretario de Negociaciones Económicas Internacionales e Integración, Gabriel Martínez, y el de Promoción de las Exportaciones y las Inversiones, Ramiro Velloso.
Este martes, el vocero presidencial Manuel Adorni, comentó que «el canciller le pidió la renuncia a todo su gabinete, no porque efectivamente se la vaya a aceptar sino para tener la libertad de elegir con quién trabajar».
Sobre los recortes en el Palacio San Martín, sostuvo: «La reducción es el leitmotiv del Gobierno. No hubo un pedido de un recorte porcentual, va a ser una decisión de Werthein de acuerdo a lo que él evalúe. Pero parte de su trabajo será reducir todo lo que se pueda reducir».
Werthein asumió este lunes como nuevo canciller, después de haber jurado ante el presidente Javier Milei en un acto que se llevó a cabo en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. El ex embajador en los Estados Unidos juró por «Dios, la Patria y sobre la Torá», siendo la primera vez que un funcionario jura con una alusión al libro sagrado de la religión judía.
De 68 años, toma el control de la diplomacia argentina luego de que Milei echara a Diana Mondino, en desacuerdo con su voto en contra del embargo de los Estados Unidos a Cuba en la ONU.