El financista Thomas Kingston fue encontrado sin vida en el oeste de Inglaterra de manera sorpresiva. Se trataba del yerno de Michael de Kent, primo de la reina Isabel II, y un “miembro muy querido” para la realeza británica. 

Thomas estaba casado con Lady Gabriella Kingston, hija del príncipe Michael de Kent. Tenía tan solo 45 años y, si bien murió el domingo, el palacio de Buckingham informó la noticia recién el martes, lo que llamó la atención.

Kingston se encontraba trabajando en el sector de la banda privada antes de morir en una vivienda en Gloucestershire. De hecho, había participado en distintas misiones diplomáticas junto con el Ministerio de Exteriores. También formó parte de las negociaciones para liberar a rehenes en Irak. 

Las causas específicas de la muerte se mantienen desconocidas por lo que se va a abrir una investigación. Sin embargo, aseguran que no parece haber “circunstancias sospechosas ni otras partes involucradas”.  

En cuanto al Rey Carlos III y la reina Camila, el vocero del Palacio de Buckingham informó que ambos ya “han sido informados de la muerte de Thomas y se unen a los príncipes Michael de Kent y a todos aquellos que lo conocieron en el duelo por un miembro muy querido de la familia”. 

“En particular, Sus Majestades envían sus más sentidos pensamientos y oraciones a Gabriella y a toda la familia Kingston”, continuó el miembro del palacio. 

Los padres de Thomas Kingston, Martin y Jill Kingston y su mujer, Gabriella, a través de un comunicado manifestaron que su muerte fue una “gran conmoción para toda la familia”. 

Y luego agregaron: ““Con el más profundo dolor anunciamos la muerte de Thomas Kingston, nuestro querido marido, hijo y hermano. Tom fue un hombre excepcional que iluminó las vidas de todos los que lo conocieron. Su muerte ha sido una gran conmoción para toda la familia y pedimos que respeten nuestra privacidad mientras lamentamos su fallecimiento”.