Mientras el más polémico juez anuncia que inicia su retirada, en #BORDER te contamos los últimos negocios de su novio, Claudio Blanco, y sus amigos. Autos de lujo y pauta oficial.
La noticia no era Oyarbide pero él quiso serlo. El más polémico juez federal, el mismo que sobreseyó en tiempo récord a los Kirchner por enriquecimiento ilícito y procesó al actual presidente por asociación ilícita para realizar escuchas ilegales, le tomaba declaración indagatoria al ex vicepresidente Amado Boudou en una causa por dádivas. Pero la novedad fue lo que dijo después: Oyarbide anunció que inició los trámites para jubilarse. Se lo transmitió a los empleados de su juzgado, que se desilusionaron porque no habrá festejos este fin de año. Eso fue devastador: todos saben que los ágapes de Oyarbide suelen ser pantagruélicos e ideales para cholulos.
Lo sabe bien su pareja, Claudio Blanco, que durante el año, junto a sus socios y amigos, se ha codeado con el jet set. De Moria Casán a Daniel Cardone. Y de Florencia de la V a la polémica Liz Fassi Lavalle.
Oyarbide se permitió hasta hacer una broma y declarar que tendrá el próximo año libre para ir a lo de Marcelo Tinelli. Con el juez nunca se sabe hasta qué punto un chiste tiene certeza, habida cuenta que ya en el pasado lo tantearon para ocupar un lugar en el jurado de ShowMatch. Y hay hasta rumores de que se habría ofrecido para reemplazar a su amiga Moria, detenida en Paraguay, para las finales de este año.
El juez estaba particularmente interesado en declarar que se irá del poder con un currículum sin manchas formales, aún cuando es cierto que fue de los pocos en ser sancionado por su indisciplina, por el Consejo de la Magistratura en el pasado.
Oyarbide se irá de la Justicia disfrutando de ser oficialmente un millonario, como revelamos en esta nota de #BORDER. Ahora te contamos los negocios de su novio, que pasó de ser un árbitro de básquet a codearse con la farándula, tuitearle a encumbrados políticos y tener socios que le prestaban autos de lujo y le facturaban al gobierno de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, por publicidad.
Quién es Claudio Blanco, el novio del juez.
Claudio Hernán Blanco (38 años) es chaqueño y de chico quiso ser cura, pero la vida le presentó otro destino. Se volcó al arbitraje de básquet (en el TNA, la «B» de la liga local) y a eso se dedicaba cuando comenzó a salir con Oyarbide hace 7 años. Allí sus negocios comenzaron a crecer y bifurcarse. Como a modificarse su estilo de vida.
Siempre cercano a la vida deportiva, cambió el básquet por jugar al fútbol en una canchita de Puerto Madero, con sus amigos del spa Colmegna, en donde disfruta de una membresía vip que lo deja disfrutar relajadas tardes. Oyarbide solía frecuentar ese spa porteño y es socio vitalicios, pero comenzó a ausentarse tras sufrir algún altercado y cuando sus festejos de cumpleaños causaron revuelo.
Pero el deporte que ahora apasiona a Blanco es el tenis. Es un habitué de un exclusivo circuito amateur, en el que suele dedicarle sus triunfos a “una persona muy importante, pero me lo reservo”, como se ve en el siguiente video, de cuando hacer unos años fue campeón en un torneo en Pinamar. Blanco es metódico: tiene profesor y personal trainner.
Con una similar prudencia a la que usó en el video, Blanco solía invocar a Oyarbide para contactarse con políticos como el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ex gobernador Felipe Solá o el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, en la red social Twitter, con su usuario @cordial2009.
¿Para qué? Para interesarlos en sus negocios informáticos. Es que la década ganada del novio del juez lo llevó a expandir sus horizontes de negocios, desde el software a proyectos millonarios de reciclaje, mientras que en paralelo abandonaba el silbato arbitral para festejar sus cumpleaños en el spa del Hotel Panamericano, el exclusivo Nivel 23 –que refiere al piso donde se sitúa-, con champagne y farándula; viajar con su pareja a Punta Cana o pasearse por Buenos Aires en autos de lujo que están a nombre de socios y amigos.
Apenas llegado a Buenos Aires -cuando empezaba la relaciòn con Oyarbide- Blanco comenzó a trabajar en temas de tecnología. Lo hizo en la empresa CDT, de Martín Pochat y luego se abriò para armar su primera empresa, Krakenlab SRL, de desarrollos de websites y seguridad informática, que nunca llegó a funcionar (durò seis meses y no tuvo ni CUIT y apenas tuvo algunos clientes como cerámicas Zanón). ¿Qué pasó? Las promesas de Blanco para atraer clientes invocando sus vínculos nunca prosperaron. Pero esa firma le dejó otra veta de negocios al ex árbitro para explorar: la habìa registrado en Florida 656, donde «era la oficina de su amigo contador Ariel Roperti», según relató un viejo conocido de Blanco. “Periodismo para Todos” sindicó a Roperti como un hombre clave en la vida y las finanzas del juez Oyarbide y esa oficina, hoy desmantelada, fue un punto de bifurcación para los negocios de Blanco.
En esa misma dirección Blanco pasó a ser parte del directorio de Consorcio Creba SA, creada en el 2011. Se trata de una empresa de reciclado y generación de energía en base a basura urbana, en especial, de neumáticos. La firma se creó con un capital de 2.100.000 pesos y habría explotado una fábrica en Pilar. De hecho, se presentó en el programa Refino Plus de la Secretaría de Energía de la Nación el mismo año de su creación, prometiendo una inversión de 35.500.000 dólares para la producción de 16.720 metros cúbicos de gas oil anuales, en base a «pirólisis de neumáticos en Pilar», según se detalla en un paper al que accedió el diputado Claudio Lozano.
Consorcio Creba es fiel a su nombre: es una especie de UTE entre varios empresarios unidos en un proyecto común. Los socios de Blanco en ese emprendimiento fueron:
- José Fernando Bladimirsquy: fue socio de Roperti en la financiera Grupo Florida Inversiones SA, firma que tiene la misma sede oficial que Consorcio Creba. Bladimirsquy fue procesado por lavado de dinero y embargado por un millón de pesos porque el juez Sergio Torres lo consideró partícipe del andamiaje para desviar el dinero de la causa Intelisano, en el que se investiga irregularidades en un pago de 54 millones de pesos en una operatoria del Ministerio de Economía. Tras una revocatoria de la Cámara a cargo de los polémicos jueces Ballestero, Farah y Freiler, Casación volvió a dejar firme el procesamiento. La UIF es querrellante en esa causa. En limpio: un socio del novio de Oyarbide es investigado por lavado y denunciado por la UIF.
- Ariel Feuer: socio en casi todo de Bladimirsquy -con el que tendría un parentesco político-, y también socio de Roperti.
- Ernesto Furrer: socio de Industrias Tradec SRL, una empresa de tratamiento de residuos peligrosos, ubicada en Pilar. Curiosamente esta firma también presentó un expediente en el programa Refino Plus de Energía de Nación. En su caso, por la instalación de una planta de destilación atmosférica, para el mismo distrito de la zona norte bonaerense. Prometían en su expediente una inversión de 17.686.000 dólares para producir 32.760 metros cúbicos de gas oil anuales. Tradec es proveedora del Estado desde 2008. La fábrica en Pilar fue clausurada en el 2013 por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible.
- Pedro y Julián Poggi: son socios de Landnort SA, otra empresa de tratamiento de residuos peligrosos. Además Julián Poggi era apoderado de Industrias Tradec SRL y socio de Furrer en Clear Green SA, una empresa proveedora del mismo rubro. La planta de LandNort en Campana también fue clausurada en el 2013 por el mismo organismo provincial.
- Karina Amelia Duranti: es una ex asesora de la presidencia del bloque del Frente para la Victoria en la cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
Todos los socios de Blanco -salvo él- habían creado otra firma en 2010, Parques Industriales Ecosustentables SA, en la misma sede social. Esa firma se alió a otras de los mismos socios (Landnort, Tradec, Clean Green) en otra UTE, Ecoservicios Urbanos, que se presentó en la licitación internacional para quedarse con la fabricación de la planta de tratamiento de residuos urbanos que se iba a hacer en Ensenada, en reemplazo del CEAMSE, una obra de 40 millones de dólares. Pagaron un pliego de 25 mil pesos pero finalmente no fueron seleccionadas. Habrían sido descartadas en el proceso por los problemas judiciales de LandNort en Campana. El ambicioso proyecto de Blanco y sus socios dormiría el limbo de la derrota.
Escuchemos nuevamente al novio del juez.
Blanco, precavido, no abandonó sus primeros negocios. En el 2012, con otros socios, crea otra
empresa de software para empresas. La firma se llama Cuasares SRL y contó con un capital inicial cien mil pesos. Esta vez se asoció a sus amigos. Los del spa, los que difrutan con él del jet set y los que tienen a su nombre autos de lujo que el novio del juez maneja.
Entre los socios de Blanco en este negocio figuran Alberto Bosch y Ariel Mario Colantonio, un joven de su edad, técnico en organización del trabajo de la Armada, especialista informático y creador de Clarity SA -que funciona en el mismo lugar, en Palermo- y amigo del mundo del tenis. Pero el socio más cercano a Blanco es Cristian Reinholcz, quien junto a sus hermanos integran un círculo de ocio, jet set y business muy peculiar para el novio del juez, con base en Lomas de Zamora.
Cristian Reinholcz tiene una empresa de compraventa de autos en ese distrito, Carmodels SRL, junto a sus hermanos. Uno de ellos es Leandro Reinholcz, empleado de una concesionaria de la zona y hoy presidente de la cooperativa de trabajo Planher limitada, también radicada en Lomas de Zamora y que, en teoría, vende planes para comprar autos. Esa cooperativa es la que tiene a su nombre el Mercedes Benz C350 modelo 2013 y patente NHM105 que solía manejar Blanco, al menos hasta ser descubierto por la Revista Noticias, medio que también reveló que la cooperativa tenía una flota de vehículos inscriptos: cuatro Ford Eco Sport, dos Ford Fiesta, un For Ka, un Hyundai 1 10, un BMW 118i, un Audi A1 y un Buggy Kawasaki Teryx 750 4×4. No sólo eso: Leandro tendría registrados a su nombre otra flotilla: una EcoSport, dos Mercedes Benz B180 modelo 2011 y una camioneta tambièn Mercedes GLK300 4matic.
El tercer hermano de los Reinholcz es Javier, quien integrò el equipo de tenis con Blanco,
cuando fueron a jugar en el torneo de Pinamar, y quien, a la vez es tesorero de Planher. Esa misma cooperativa, entre agosto y septiembre de este año, le presentó tres facturas a la gobernación de Daniel Scioli, por un total de 85.500 pesos en concepto de publicidad oficial.
El círculo es perfecto. Un hermano Reinholcz, Cristian, es su socio en la empresa de software. Otro hermano Reinholcz, Leandro, es el dueño de la cooperativa que inscribió el auto que maneja el novio del juez. Y el tercero, Javier, juega al tenis con Blanco y maneja la caja de la cooperativa que facturó pauta oficial bonaerense.
Otra vez, habla Blanco.
Oyarbide, en unos días, se retirará tranquilo. Su novio es literalmente un campeón.