En una conferencia de prensa, el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, ratificó la convocatoria de un paro general para el próximo 10 de abril, que será precedido por una movilización al Congreso el día 9, con la participación de los jubilados.
Además del paro programado, Daer confirmó que la CGT se unirá a la marcha del 24 de marzo en conmemoración del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
El viernes 21 de marzo, la central obrera, junto con organizaciones de Derechos Humanos, ofrecerá una nueva rueda de prensa. En cuanto a la fecha del paro, aunque inicialmente se había barajado la posibilidad de que fuera el martes 8 de abril, finalmente se optó por el 10, siendo el día previo destinado a la movilización en apoyo a los jubilados.
Durante la conferencia, Héctor Daer expresó su solidaridad con Pablo Grillo, el fotógrafo que resultó herido durante la marcha del 12 de marzo, y anunció que el próximo jueves 27 de marzo se llevará a cabo otra reunión del consejo directivo de la CGT.
En relación a las causas del paro, Daer reiteró los principales reclamos, la convocatoria a paritarias libres, el pago de un bono a los jubilados y el rechazo a “la represión del gobierno a la protesta social”. Además, destacó la necesidad de que se reabran las obras públicas, como una medida urgente para paliar la crisis económica.
Uno de los temas clave abordados durante el encuentro fue la adhesión de los gremios del transporte, que jugarán un papel determinante en el éxito de la huelga.
En este sentido, las posturas de referentes como Omar Maturano (La Fraternidad), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Roberto Fernández (UTA) fueron fundamentales. Maturano ya ha asegurado su participación, mientras que Sasia se comprometió a seguir la decisión mayoritaria del consejo.
Por su parte, los metrodelegados de Roberto Pianelli, pertenecientes a la CTA, también confirmaron su adhesión al paro, lo que podría implicar una reducción significativa en la frecuencia del servicio de subtes. Aún está en duda si el gremio de la UTA se sumará, lo que podría dejar las líneas operando con algunos servicios limitados.
La reunión contó no solo con los representantes de los gremios de la CGT, sino también con miembros de las dos CTA y de la UTEP, que agrupa a importantes movimientos sociales. Todos los presentes anticiparon su respaldo tanto al paro como a la movilización.
La convocatoria, sin embargo, generó tensiones internas dentro de la CGT. Sectores más dialoguistas, que históricamente apostaron por la negociación con el Gobierno, se mostraron molestos con la actitud de Daer y Andrés Rodríguez (UPCN), quienes, si bien en un principio promovieron el diálogo, redujeron su postura en las últimas semanas.
