El Partido Conservador de Reino Unido sufrió una histórica derrota contra el Partido Laborista. El espacio de centroizquierda logró 410 de un total de 650 escaños, ganando las elecciones por gran mayoría. 

Según la boca de urna detrás del partido liderado por Keir Starmer, aparecen los «tories» del Primer Ministro Rishi Sunak, con apenas 131 asientos. Detrás vienen los liberales-demócratas con 61 escaños, los reformistas con 13 y Los Verdes con 2 representantes. 

Así mismo, el número de bancas no se corresponde con la cantidad proporcional de votos que ha sacado cada partido. En Reino Unido rige el sistema de escrutinio mayoritario uninominal. En concreto, toda la nación se divide en 650 circunscripciones electorales, cada una elige un diputado para la Cámara de los Comunes, y el candidato más votado de cada circunscripción se hace con el escaño en disputa. 

Los resultados definitivos se conocerán a lo largo de la madrugada. Pese a esto, ya se espera que Starmer se convierta en el nuevo Primer Ministro de Reino Unido. La población británica se ve abrumada por el alto costo de vida, la crisis económica, el post Brexit, y la obsesión con los inmigrantes.

Reino Unid se encuentra en un estancamiento económico desde hace varios años, con servicios en mal estado, como la salud y la notable preocupación por las olas de inmigrantes. En ese sentido, es que el discurso central de campaña de los laboristas fue que ellos pueden relanzar la economía y generar suficientes ingresos extra a partir de impuestos existentes para evitar un doloroso ajuste de los servicios públicos, aumentos impositivos o mayor endeudamiento. 

Luego de su eventual victoria en las urnas, Starmer compartió en su cuenta de X: “A todos aquellos que hicieron campaña por el laborismo en esta elección. A todos aquellos que votaron por nosotros y pusieron su confianza en nuestro cambiado partido, ¡gracias!”. 

Keir Starmer ha insistido en que el Reino Unido no se reincorporará ni a la UE, ni al mercado único, ni a la unión aduanera durante su entrante gestión. Es su promesa más firme hasta el momento de que el Partido Laborista no buscará relaciones mucho más estrechas con Europa mientras sea Primer Ministro.