A cuatro años del canje de deuda de Buenos Aires que realizó el gobernador Axel Kicillof, la Justicia de Estados Unidos ordenó el pago de US$124,8 millones por parte de la provincia más importante de Argentina que debe estar dirigido a los fondos de inversión que no fueron incluidos en el proceso.
Se trata de los fondos Glacial Capital (Aurelius) y a TRSE Holdings (Paloma), quienes recurrieron a los tribunales del Distrito Sur de Nueva York, después de rechazar los nuevos bonos que ofreció el gobernador y luego de que este haya decidido dejar de pagar a los mismos.
“No había obligación para el canje y la provincia tenía que seguir pagando, pero no lo hizo, entró en default y los holdouts fueron a la Justicia”, detalló el especialista Sebastian Maril en diálogo con el medio Todo Noticias, quien también sigue minuto a minuto las novedades desde su cuenta de X.
Así mismo, el analista de Latam Advisors, el gobierno bonaerense deberá pagar la sentencia a pesar de que esta es apelable, ya que “la representación legal para una apelación le costaría mucho más que cumplir el fallo”.
LA HISTORIA DETRÁS DEL DEFAULT DE BUENOS AIRES
La negociación entre los acreedores de la provincia de Buenos Aires y el gobierno de Axel Kicillof, que se extendió por 15 meses entre 2020 y 2021, comenzó con una oferta inicial rechazada por los bonistas. Durante el proceso, el gobierno provincial dejó de pagar intereses por aproximadamente US$100 millones de uno de los bonos, lo que llevó a los acreedores a recurrir a la justicia en Nueva York por el «continuado default».
Sin embargo, no activaron las cláusulas de cesación de pago y finalmente, en julio de 2021, la provincia logró un acuerdo con el grupo principal de bonistas, reestructurando deuda por US$7150 millones.
Como parte del acuerdo, Kicillof se comprometió a pagar el 100% de los intereses acumulados hasta junio de 2021 a quienes aceptaron la reestructuración.
No obstante, se suspendió el pago de cupones a los bonistas que no participaron en el canje, quienes posteriormente recibieron respaldo de la justicia estadounidense. La reestructuración permitió a Buenos Aires, según la administración, reducir en un 75% los pagos de deuda hasta 2024, generando un ahorro de US$4450 millones y extendiendo el plazo de repago, con una significativa reducción en la tasa de interés.