Caso Priscilla: el silencio es cómplice

Algo me dice que nunca fuimos Fuenteovejuna. Que siempre fuimos Dogville, la ciudad de los vecinos siniestros. Por Fernanda Sández La parecita, la reja, el muro. Nuestra buena conciencia suele tener límites tan toscos como esos. El bebé que estrellan contra la medianera no es nuestro. No es nuestro problema. –       Yo pago mis impuestos … Leer más

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