En una nueva versión de sí mismo, Dylan presenta su última obra maestra.
En 1997, poco después de la grabación de Time Out Of Mind, Bob Dylan cayó enfermo: una histoplasmosis lo tuvo a maltraer durante un par de meses y casi le afecta al corazón. “Llegué a pensar que iba a ver a Elvis (Presley) demasiado pronto”, declaró apenas curado. Time... fue, más allá de este incidente, saludado como una obra maestra por la prensa y por el público. Tras un par de discos (Good As I Been To You y World Gone Wrong) en los que había rescatado canciones de dominio público del folklore de los Estados Unidos, los 56 años Dylan volvía a encontrar su voz como cantante e inventaba el rock senior: nadie con esa edad había sacado un disco con tamaño grado de calidad en toda la historia del rock and roll.