Cuando hablamos de CEA -Condición del Espectro Autista-, estamos acostumbrados a hacer hincapié en la detección temprana y en los tratamientos de estimulación que requieren los niños de menos de 5 años, como lo que yo estoy haciendo con Antonio y les voy contand a ustedes en mi cuenta de Instagram @majuliaolivan (ver en historias destacadas Antonio que ahí está todo subido).

Sin embargo, hay una generación de pibes que crecieron en un mundo que no hablaba de Autismo, mucho menos que sabía de que se trataba. Ellos fueron -como lo son hoy miles de niños- víctimas de las escuelas que excluyen, de los adultos que ignoran, de los familiares que niegan.

Algunos podrían haber sido astrofísicos pero a una maestra se les ocurrió que eran ruidosos y quedaron afuera del sistema educativo. Otros, se encontraron con gente que les construyó el puente, les dió la mano y los sacó adelante o los puso arriba del ring para darle pelea a la sociedad injusta e ignorante y a los prejuicios que llevan a la discriminación.

En esta nota vas a encontrar la historia de Gonzalo (que ya escribió en Border en primera persona), la de Ilán que tiene 19 y cursa el primer año de Medicina en la UBA y las recomendaciones del constructor de puentes: el sicólogo especializado en Autismo, Matías Cadaveira.

Este muchacho -co autor junto con el Dr Claudio Waisburg- del libro Autismo, guía para padres y profesionales, que fue declarado de Interés Cultural y Social por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, le ha salvado el alma a unos muchos.

En esto del CEA no hay nada como comprometerse, casarse de alguna manera con los que tienen esta condición y quererlos como son y ayudarlos a autovalorarse y perseguir sus sueños. Y eso es lo que hacen muchísimos profesionales de calidad humana y don de buena gente como Mati Cadaveira.

Acá está la nota que le hice en Puerto Palos, frente al Río en la zona de Martínez, comiendo el rico desayuno que nos preparó Mariana, mamá azul de Agustín con su emprendimiento @buenosrituales. La edición, es de Constanza Pozzati, profe universitaria, editora multimedial y mamá de dos. Ella y sus dos pollos tienen CEA. Ella fue diagnosticada con Asperger y observen lo talentosa que es.

Primero exprimí a Matías. Escuchen con atención aquí.

Ahora escuchen a Ilán, que es entusiasta y asegura: «un amigo me preguntó si estoy dispuesto a hipotecar 10 años de mi vida en la medicina, yo le dije sí estoy dispuesto».

Este es Gonzalo, algunos lo leyeron: su nota en Border fue un éxito, cuando editaba esta nota esta rozando los 250 shares. Con ese testimonio ayudó a mucha gente. El todavía busca su vocación aunque conoce sus pasiones. Veanlo!