Barras del Quilmes Atlético Club despidieron al delincuente Franco Martín «Piolo» Moreyra con un largo cortejo fúnebre, que recorrió, entre otras lugares, la periferia del estadio Centenario Centenario Ciudad de Quilmes.
El caso tomó notoriedad luego de que el barra, que ingresó en su casa tres veces en la madrugada del viernes, fuera asesinado por el jubilado Jorge Ríos, de 70 años, que ahora enfrenta un proceso penal. El asesinato abrió un debate sobre la legítima defensa en particular, y la problemática de la «inseguridad», en general.
De acuerdo con el diario Clarín, la caravana de autos llegó hasta el cementerio de Quilmes, al que sólo pudieron entrar tres personas, producto del protocolo establecido por el coronavirus.
La Autopsia
Los forenses de la morgue de Ezpeleta informaron que el cuerpo del hombre de 26 años tenía dos proyectiles; uno, en el tórax. El otro, en la zona del abdomen. Este último tiro, fue el que lo mató.
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Ariel Rivas, el fiscal a cargo del caso, fue informado que el primer «balazo» entró en el tórax; impactó en la línea media axilar, a nivel del sexto espacio intercostal izquierdo; cruzó la quinta vértebra dorsal; y se alojó en el hombro derecho.
Por otra parte, el segundo proyectil ingresó en la zona abdominal por la fosa ilíaca derecha; pasó por el retroperitoneo; y rompió la arteria aorta y la vena cava. La lesión le provocó una hemorragia abdominal y shock hipovolémico.
La causa
Jorge Ríos se encuentra bajo arresto domiciliario, acusado de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego». Podría enfrentar una pena de entre 10 y 25 años de prisión.
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En tanto, Martín Ariel Salto, de 27 años, se entregó este miércoles por la madrugada en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes.
Fuentes policiales informaron a la Agencia Télam que todavía resta la detención de dos sospechosos. El martes, ya había sido apresada Christian Chara, de 23 años.
