La joven Daira Robledo recibió un disparo en la cara la noche del 30 de mayo por parte de un amigo, y en el marco de un festejo de cumpleaños con amigos, en la localidad de Caleta Olivia. Desde entonces, Robledo se encuentra internada, y en las últimas horas, la Justicia decidió liberar al acusado, Lucas Quijada, tras llegar a la conclusión de que el hecho fue un accidente.
“Logramos comprobar que no hubo intención de homicidio. Se mostró por el manejo del arma de fuego, hubo una conducta culposa”, explicó el abogado defensor de Quijada medio local El Caletense. La estrategia inicial de la defensa había sido desvincularse del hecho.
Luego, Quijada y su letrado decidieron ampliar la indagatoria, admitir la responsabilidad, y sostener que el disparo se produjo orque «revoleó el arma». De acuerdo con las pericias, el relato del joven se ajustaba a los hechos, motivo por el cual la causa fue recaratulada de “homicidio en grado de tentativa” a “lesiones graves culposas”.
El caso
El 31 de mayo, Daira Robledo, de 24 años, quedó internada en coma inducido, en el Hospital Zonal Pedro Tardivo de Caleta Olivia luego del trágico suceso. La joven despertó horas después y tuvo “un ataque de nervios”, pero dijo no recordar «nada».
Aunque muchos ya hablan de un “desastre con suerte”, Robledo perdió el ojo en el que recibió el disparo con el arma de fuego. Además, fuentes del establecimiento clínico, dijeron en diálogo con La Opinión Zona Norte, que la víctima tiene “secuelas irreversibles”, dado que también “perdió una parte de la corteza cerebral, del cráneo y una mínima porción de masa encefálica”.
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