A menos de un mes de las elecciones, el Gobierno no encuentra paz. Luego del golpazo que significó la derrota electoral del 15 de septiembre, la coalición oficialista se reagrupó con el objetivo de relanzar la gestión. Sin embargo, lo que no puede disimularse es el conflicto interno que tomó carácter público después del 15-S. Uno de sus capítulos más destacados es el cruce entre el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, y su par provincial Sergio Berni.
Todo comenzó cuando, en declaraciones a Radio Del Plata, Berni definió al conflicto mapuche como «terrorismo»: «Acá se discute si es una acción vandálica o terrorismo. Cuando el bien vulnerado que se ha atacado es la vida, hablamos de homicidios. Cuando el bien vulnerado es la libertad, hablamos de secuestro… Y cuando el bien tutelado es la paz social, hablamos de terrorismo«.
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El domingo por la noche, en el programa Conflicto de intereses, Fernández salió al cruce de Berni y le dijo: «No puede decir eso. Es irresponsable mencionar un delito de esa envergadura en una situación de estas características», aunque aclaró que le tiene «cariño». Por si habían quedado dudas, el lunes por la mañana el funcionario nacional aclaró que «lo que dice el ministro Berni corre por su cuenta».
Ahora, Berni eligió la red social Twitter para cruzar a Fernández. Al citar una nota sobre sus dichos de las últimas horas, el médico militar escribió: «Como de costumbre, siempre tiene razón querido compañero. Ni usted ni el presidente necesitan de mi aprobación. No es mi intención contradecir tan brillante acto de soberbia«.
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Luego, le refregó la derrota electoral (que también es propia), y citó las palabra del mismo Fernández en ocasión de su amenaza pública al dibujante Nik: «Lamento informarle lo obvio, sería necesario contar con la aprobación y el consenso de la sociedad en su conjunto. Si mis matemáticas no me fallan el 12 de Septiembre hubo 16.323.291 argentinos que no aprobaron nuestra gestión. Fui claro? O le hago un dibujito?«.