En marzo, con el comienzo de la invasión Rusa a Ucrania, el barril de petróleo alcanzó los $130 dólares. Desde entonces, comenzó a bajar de manera preocupante y altera la fragilidad del mercado.
¿Cuáles son las causas de la caída del precio del petróleo?
Históricamente, el precio del petróleo se ajusta según la oferta y la demanda internacional. Para calcularlo se suele hacer basándose en los barriles marginales o sobrantes calculados en 1 millón de unidades, lo que ayuda a establecer panoramas económicos a futuro. Si faltan un millón de barriles marginales, el precio del petróleo sube. Si sobra un millón de barriles marginales, el precio baja. También factores climáticos pueden afectar, como la temporada de huracanes cerca de las bases petroleras offshore, o algún problema en un país específico, como puede ser la huelga de petroleros Noruegos de principio de mes o la rotura de un oleoducto en algún lugar clave de producción.
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Pero desde hace algunos meses la contracción económica de las potencias comerciales hace que todo el panorama sea mucho más difícil de predecir. Más allá de la crisis que dejó la pandemia y la actual guerra, Estados Unidos acumula ya 3 meses de contracción económica, Alemania entró el mes pasado en una recesión que hace más de una década no se veía, la Unión Europea se encuentra en crisis y China, la segunda economía del planeta, se encuentra en una compleja desaceleración económica.
Si bien todos estos factores son importantes para entender por qué el precio barril a principios de mes rompió la “barrera psicológica de los 100 dólares”, la caída de precios se agrava por la economía china y como esta afecta al mercado global.
Variación del precio del petróleo desde marzo a agosto. En marzo, por la invasión de Rusia a Ucrania, el valor del crudo alcanzo casi los $130 por barril, hoy se encuentra cerca de los 90.
¿La situación económica china arrastra a la economía mundial a la recesión?
Si bien los funcionarios chinos repiten que tienen todo bajo control, la caída del precio del petróleo a nivel mundial se debe en gran medida a que al gobierno de Xi Jinping no le están dando los números: Al desacelerar su producción industrial, China necesita menos hidrocarburos, lo que hace descender el precio del petróleo. Ahora la pregunta es, ¿como un país que a principios de año pronosticaba un crecimiento del 5% de su PBI se encuentra en una crisis?
La complejidad del panorama económico chino se debe a varios factores. Primero, su política de “COVID cero” por las altas tasas de contagios de las últimas semanas, limita la circulación de personas y la actividad comercial en las ciudades financieras de Shanghái y Shenzhen. Con ello cayó abruptamente la producción industrial, así como las ventas mayoristas y minoritas. Esto enfría el mercado interno y al mismo tiempo provoca una caída en las exportaciones y las importaciones de hidrocarburos. Por ejemplo, las exportaciones se redujeron de un 14% a un 3% en abril en comparación con el año pasado, índices tan bajos como los de junio de 2020, en pleno pico de la pandemia.
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Además, la crisis inmobiliaria que afronta China es la más grande de su historia. Siendo el motor del crecimiento del país asiático (20% del PBI de la segunda economía mundial) el sector de construcción acumula importantes deudas que impiden el acceso al crédito para las firmas constructoras. A esto se suma las perdidas multimillonarias que afronta el sector por incumplimiento en la construcción de obras y que amenazan a llevar a la quiebra a múltiples firmas del sector inmobiliario y de la construcción. Este freno en las obras viene de la mano con el boicot de los ciudadanos a las empresas inmobiliarias. Muchos ciudadanos chinos que invertían en hipotecas para la construcción de futuras viviendas se estén negando a pagar, lo que preocupa a más de un economista por su impacto global en el mercado. Esto se debe a que al no cumplir con las entregas de viviendas, las constructoras e inmobiliarias no están recibiendo los pagos correspondientes, complicando la cadena de pagos y con esto enfriando la economía.
Sumado a la incertidumbre que dejó la llegada de Pelosi a Taiwán, y el potencial conflicto diplomático con EEUU, las restricciones a las compañías de Big Data que operan en China tampoco ayudan a vislumbrar un futuro esperanzador. Estos factores, si bien parecen lejanos al precio del petróleo, son un termómetro de las inversiones extranjeras en el país y de la proyección económica al corto plazo. Al enrarecerse el mercado, los inversores de las empresas tecnológicas se vuelven mucho más escépticos en invertir, lo que frena aún más la economía.
Producto de la crisis, el gobierno chino se vio obligado a reducir su tasa de interés en 10 puntos y a inyectar más de 60.000 millones de dólares (400.000 millones de yuanes) en formato de préstamos. Según confirmó Yi Gang, gobernador del Banco Popular de China, el objetivo es brindar mayor liquidez al sistema bancario y ayuda a las entidades financieras a reducir los costos financieros de los préstamos, para de esta manera ayudar a mantener en pie a las firmas comprometidas por la crisis inmobiliaria.
¿Cómo Occidente planea evitar la crisis?
Si bien el descenso de consumo de China puede conllevar a una recesión, el origen de la tensión de los productores de hidrocarburos mantiene sus ojos en la invasión de Rusia a Ucrania. Por eso es fundamental ver como evoluciona la comercialización de petróleo cuando la Unión Europea continúe con sus restricciones a los hidrocarburos rusos en el invierno del viejo continente (diciembre) Si continúan cayendo los precios del petróleo, esto irá aparejado con la caída de las acciones petroleras, lo cual puede agravar la crisis económica mundial.
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También inciden factores de consumo a nivel mundial, donde la caída del precio del barril se encuentra vinculada a la caída en los volúmenes de ventas. Parece haber una menor demanda de hidrocarburos a nivel mundial, ya que la mayoría de las personas empezaron a cambiar sus hábitos de transporte por culpa de la crisis, los cuales surgen de los aumentos del valor de la nafta de principios de año.
Muchos acuerdan que el precio del petróleo continuará cayendo el resto del año y pronostican una mayor recesión.
Otros analistas esperan que el precio del petróleo vuelva a valores “normales” si se consigue el ingreso al mercado de la producción petrolera de Irán. Por el momento, Irán espera que se reevalúen las restricciones de EE.UU y la U.E después del acuerdo nuclear de 2015.
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