Elecciones en Brasil – En tan solo algunas horas, Brasil se paralizará para elegir a su próximo presidente. La extrema tensión que se vive en el país vecino aumenta minuto a minuto y los comicios ya se convierten en uno de los más importantes de su historia. ¿Lula o Bolsonaro? es la pregunta que se hacen los brasileños desde hace meses.
Nos guste o no, ambos son las figuras políticas más importantes y antagónicas de las últimas décadas y este fin de semana podría definirse un modelo de país con la victoria de uno de ellos. La mayoría de las encuestas apuntan a una amplia ventaja de Lula para la primera vuelta y una victoria asegurada en segunda. incluso, algunas consultoras mostraron resultados contundentes del líder del Partido de los Trabajadores con más del 50% de los votos, lo cual permitiría una victoria directa sin necesidad de ir a ballotage.
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Pero, ¿por qué son tan importantes estas elecciones en Brasil? Más allá de la importancia en sí que tienen los candidatos, representan ideologías totalmente opuestas y hoy no solo marcan el futuro de una nación sino también el de la región. Por otro lado, la polarización entre estos principales candidatos se tradujo en violencia política extrema en las ciudades centrales de todo el país. Además, el actual presidente Jair Bolsonaro ya amenazó con no reconocer los resultados en caso de perder, lo que crispa aún más el ambiente sociopolítico.
Desde #BORDER consultamos con Gonzalo Bañez, periodista y magister en Estudios Internacionales quien se encuentra cubriendo las elecciones para Todo Noticias: “Tanto lo simpatizantes de Bolsonaro como los de Lula, coinciden en que hay posibilidades de una creciente violencia de acuerdo y dependiendo de los resultados de este domingo”, detalló tras presenciar las manifestaciones de ambas partes.
“La polarización, la grieta y el quiebre son evidentes en la sociedad más allá de las encuestas, que muestran el 85% de la intención de votos acumulados entre los dos principales candidatos y también se percibe constantemente en la calle”, dice. “Uno entrevista a un brasileño que se posiciona a favor de Lula e inmediatamente aparece otra persona detrás declarando ser bolsonarista”, cuenta Bañez.
CLAVES PARA ENTENDER LAS ELECCIONES EN BRASIL
VIOLENCIA POLÍTICA
«Una lucha del bien contra el mal»: fue la frase que Bolsonaro utilizó para referirse a las elecciones y es lo que marca el nivel de tensión que se vive actualmente. El resultado de estos comicios podría marcar un antes y un después para la democracia de Brasil, más aún con la escalada de violencia que los mismos candidatos promovieron, viéndose uno de los momentos más impactantes en medio del segundo debate presidencial. Los descalificativos no faltaron y las amenazas entre ambos se hicieron presentes en todo momento.
“Se trata de las elecciones más violentas y polarizadas desde el regreso a la democracia en Brasil”, afirmó Gonzalo Bañez. Según la consultora Datafolha, 3 de cada 4 votantes tiene miedo de padecer agresiones por razones políticas; lo que denota el panorama social del país vecino.
El frente a frente de los dos candidatos presidenciales fue un fiel reflejo de lo que se vive en la calle. Mientras Bolsonaro acusó a su contrincante de “ex presidiario”, “corrupto”, populista”, “traidor a la patria” y amenazó con no reconocer las elecciones; Lula culpa al presidente por las muertes de Covid-19 (+685.000), lo tilda de “genocida” y le adjudica el hambre que se vive en el país. «Es la democracia contra el fascismo», afirmó el ex presidente izquierdista.
A pocas horas de que se abran las urnas, los candidatos entraron en un espiral de tensiones del que no pueden salir. Solo quedaría esperar los resultados de este domingo para conocer su desenlace.
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ELECCIÓN DE UN MODELO
Como trasfondo de la compleja situación, ambos candidatos tienen claros y diferenciados modelos de país a sus espaldas, aunque sus discursos no estuvieron dotados precisamente de propuestas o programas de gobiernos determinados.
Bolsonaro está marcado por la extrema derecha, su fuerte vínculo al evangelismo, su ideología ultra conservadora y su pensamiento liberal de la economía. Discursivamente, potenció estas ideas en campaña, lo que le sirve para mantener un buen núcleo duro de votantes. En cuanto a sus acciones políticas y económicas, debió hacer algunos ajustes como la suba de subsidios, que permiten “popularizar” y “centralizar” -en algún punto- la imagen del presidente.
Lo mismo sucede con el ex presidente Lula. Su respaldo popular le permite contar con un mayor núcleo duro electoral, orientado ciertamente a la izquierda. Pero para ganar estas elecciones hace falta dominar también el centro del espectro político. La estrategia de Lula fue elegir de vice a uno de sus mayores contrincantes en las presidenciales del 2006: Geraldo Alckmin, denominado como figura de la centroderecha brasileña. Con respecto a lo discursivo, mantuvo una comunicación fuertemente orientada a las clases bajas del país y aportó a la radicalización que planteó Bolsonaro en el escenario de los dichos y cruces constantes.
Los modelos e intenciones de ambos son claras de cara a la gobernanza, pero saben que necesitan ceder en algunos puntos ideológicos para llegar/seguir en el poder. La imagen que poseen ante esto se refleja en la elección de los ciudadanos denominados “indecisos”: “No elegiría a ninguno, pero entre los dos me quedo con Lula”, dicen distintos brasileños entrevistados por Bañez.
INCÓGNITA POST RESULTADOS
En un balance general, se podría decir que la economía es el punto más relevante para la gestión bolsonarista. Tras dos años de pandemia, la macro de Brasil comenzó a tener una leve y relativa recuperación, sobre todo después de las medidas del Banco Central con un tono electoral.
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Así, Brasil lleva 2 meses consecutivos de deflación y el Ministerio de Economía prevé un crecimiento de casi el 3%. En contraparte, como efecto importante de la pandemia, el empleo informal se disparó y 125 millones de personas pueden tener problemas para comer cada día, según la Red Brasileña de Investigación en Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (PENSSAN).
Inevitablemente, a pesar de aumentar el plan “Auxilio Brasil” y llevar a cabo medidas contra el incremento de los precios de los hidrocarburos, no fue suficiente para borrar de la memoria las medidas económicas que Lula implementó desde el 2003 hasta el comienzo del 2011. Cabe destacar que el panorama actual, tanto nacional como internacional, no es igual de favorable como aquella época, por lo que las medidas de Lula tendrán ciertas complicaciones para llevarse a cabo.
Viendo un escenario difícil para lograr su reelección, Bolsonaro ya amenazó públicamente con no reconocer las elecciones y encendió las alarmas. Bañez asegura que el accionar del presidente “es una incógnita” y que, “si seguimos la corriente de sus seguidores, no va a terminar reconociendo el resultado de las elecciones”.
“Los propios simpatizantes de Bolsonaro dicen que no creen en las encuestas y no van a reconocer a Lula presidente en caso de que gane”, detalla el periodista de internacionales. Además, “se teme un fuerte aceleramiento de la agresión política, que ya se vio a lo largo de la campaña electoral, después de conocerse los resultados de la primera vuelta”, agrega.
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