Luego del ataque sufrido por un grupo de colectiveros tras el asesinato de un compañero de la linea 620, el ministro de Seguridad de la Provincia cuestionó el accionar de la Policía de la Ciudad que lo ayudó a salir del tumulto. Además, Berni sembró dudas sobre el asesinato de Daniel Barrientos (65) en Virrey del Pino.
El funcionario provincial habló tras conflicto donde recibió golpes de puño y se mostró disconforme con el accionar de la Policía de la Ciudad: «Me llevaron detenido». Además precisó que sobrepasó la avenida General Paz para pedirle a los oficiales que no avancen y no repriman a los manifestantes, pero todo se descontroló al arribar a la zona del conflicto.
A su vez, Berni cargó contra el nuevo ministro de Seguridad de Ciudad, Eugenio Burzaco y lanzó: «Que mejor no me llame porque se va a comer flor de puteada. No necesito explicaciones, conozco demasiado bien cómo funciona esto. Esto no se hace, usted no puede poner en riesgo la vida de una persona».
Según expresó el propio ministro de Seguridad, él no quería retirarse del frente de la estación de la línea 620: «Fíjense en cualquier imagen que yo no me quería ir. Creo que una imagen vale más que mil palabras». En relación a esto, criticó a los policías porteños por retenerlo en el centro del conflicto y luego llevárselo detenido: «Fíjense la fuerza que estaban haciendo los policías y yo no me quería ir, yo quería volver. Inclusive, en el momento en el que me zafé, volví hasta donde estaban (los manifestantes)».
Por otra parte, sembró dudas con respecto al hecho delictivo por las características que tuvo: «Lo que hoy (por ayer) es muy llamativo. Nadie roba con dos vehículos de apoyo un colectivo a las cuatro de la mañana, con un armamento que no es el habitual para este tipo de delito. Tenían municiones carísimas y destinadas para profesionales. Todo nos hace pensar que no fue un simple robo».
Para finalizar, Berni cuestionó al oficial que golpeó con un escudo a un trabajador que estaba con las manos en alto hablando con otro oficial: «Estaba muy indignado con el escudazo que le dieron a un trabajador que lo único que quería hacer era hacerles entender que estábamos llegando a un fin pacífico y que en 15 o 20 minutos eso se resolvía», cerró.
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