El ex ministro de Economía Domingo Cavallo publicó un informe donde analizó cuál sería la mejor forma de reducir el déficit fiscal de la Argentina que, por su parte, el actual Gobierno dejará este año con un rojo de del 3% del PBI, ampliamente superior a la meta del 1,9% que fijó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este sentido, el dos veces titular del Palacio de Hacienda argumentó que en todo el arco político “no kirchnerista” hay consenso respecto de que, para estabilizar la economía argentina y tener un crecimiento sostenido, se necesita producir un “fuerte ajuste fiscal” que permitirá al Banco Central de la República Argentina (BCRA) dejar de endeudarse.
Leé también: Milei insiste con la venta de órganos: «busquemos mecanismos de mercado»
“Algunos economistas profesionales que se desgarran las vestiduras porque argumentan que Milei con su prédica dolarizadora quiere provocar una hiperinflación, han comenzado a proponer un ajuste fiscal desdolarizador como el que aplicó Remes Lenicov en 2002. Argumentan que para ello se necesita un respaldo político como el que brindaron Duhalde y Alfonsín desde enero de aquel año”, sostuvo Cavallo en un artículo publicado en su web personal.
Según el ex ministro, si la reducción del déficit se implementa de esa manera, “la economía va a entrar en hiperinflación y luego de ello no encontrará ningún régimen monetario capaz de derrotar a la inflación en un mandato presidencial”.
En oposición a esta alternativa, Cavallo propone llevar a cabo el ajuste fiscal mediante una “reforma del Estado, con privatizaciones, eliminación de impuestos distorsivos, apertura de la economía y anclaje nominal de las expectativas de inflación”, al tiempo que advierte que, de no llevarse a cabo de esta manera, la “licuación de gastos y pasivos” hará el mismo trabajo sin los cambios organizativos de la economía argentina, lo que no permitirá anclar nominalmente las expectativas y la inflación seguirá siendo un problema para el país.
A su vez, el ex ministro de Economía manifestó que: “Si la aceleración inflacionaria licúa los pasivos remunerados y no remunerados del Banco Central antes del cambio de gobierno y reduce gastos del sector público en términos reales y, sobre todo, permite el sinceramiento de todos los precios internos que están atrasados en relación al precio del dólar oficial, será más fácil la aplicación por parte del nuevo gobierno de un buen ajuste fiscal”.
En este sentido, el ex titular de Hacienda señaló que, si esto no ocurre antes del cambio de Gobierno y el nuevo equipo económico planea una reducción del déficit al estilo que le atribuye a Remes Lenicov, la gestión entrante estará “condenada al fracaso desde el inicio”.
Leé también: ¿A qué gobernadores intentó beneficiar el gobierno con el retraso del anuncio de la inflación?
“Lo que se necesita es una reorganización de la economía y un ajuste fiscal como el que hicimos entre 1990 y 1991. No como el de 2002 y 2003”, precisó.
Ajuste Fiscal: dos alternativas
En su informe, Domingo Cavallo manifestó la necesidad de un fuerte ajuste fiscal para estabilizar la economía, algo que según el ex ministro “ningún dirigente político responsable discute”. A su vez, indicó que existen dos maneras de llevarlo a cabo:
1. La reforma del estado con eliminación de los organismos, empresas y fuentes de gastos que no son esenciales y que sólo sirven para distribuir beneficios a funcionarios políticos y miembros de corporaciones que por largo tiempo lograron obtener prebendas y privilegios; y
2. Una fuerte devaluación con su consecuente salto inflacionario y default de la deuda externa e interna para licuar gastos y pasivos.
Al referirse a estas dos opciones, el fundador de Fundación Mediterránea, el think tank del Ieral, sostuvo que la primera de ellas es la mejor de acuerdo al estado actual de la economía argentina.
SEGUÍ LEYENDO:
Insólito: el Nokia 3310 ahora es usado para robar autos y se vende por cifras récord
El Laco: el volcán más raro del mundo