Robert Johnson es uno de los grandes misterios que tiene la historia de la música. Un músico rodeado de mitos y de mística que sigue siendo investigado hasta el día de hoy. Pero por sobre todo, responsable de una música innovadora y muy influyente para grandes músicos contemporáneos a Johnson.
Robert Johnson nació el 8 de mayo de 1911 en Hazlehurst Mississippi, seguido de una infancia dibujada de traumas y abandonos. Quien haya intentado investigar en profundidad sobre su historia sabe que es todo un misterio, que no se sabe mucho de su vida y que existen únicamente dos fotos que lo retratan. Pero la leyenda que rodea su nombre es aún más intrigante que el misterio de su biografía. Según cuenta la historia, Robert Johnson hizo un pacto con el diablo en la encrucijada en el cual vendió su alma a cambio de habilidades extraordinarias en la guitarra (tanto de técnica como de composición y de voz). Hay testigos que afirmaron que Johnson no era un buen guitarrista y que incluso era bajado del escenario, por parte del público, cuando tocaba. A raíz de eso, decidió desaparecer por un año y regresar con esta técnica insólita e incoherente en relación al tiempo que se fue y a las habilidades que había conseguido. El rumor de su pacto se extendió tanto que le prohibieron ver a su segundo hijo (el primero murió al nacer). En las calles del Mississippi se decía que tocaba la música diabólica, por lo que mucha gente solía rechazarlo, incentivando que vaya de pueblo en pueblo. Empezó a ser uno de los mejores guitarristas del Mississippi, consagrándose como el Rey del Delta Blues.
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Robert Johnson también es conocido por ser uno de los primeros músicos de blues en registrar sus canciones, las cuales fueron de gran influencia para grandes músicos que aparecieron después, como Keith Richards y Eric Clapton. Quedaron únicamente 29 de sus canciones registradas, las cuales son versionadas hasta el día de hoy; Clapton tiene un disco entero en honor a Johnson en donde tocan grandes músicos como Steve Gadd, Billy Preston y más. Se llama “Me and Mr. Johnson”. Estas son parte de la conspiración del pacto con el diablo porque sus letras aluden a él y a las encrucijadas que menciona su leyenda. Otra gran particularidad de las canciones que quedaron registradas es que al escucharlas pareciera que hay más de una persona tocando, lo cual era muy avanzado para las técnicas que habían en ese entonces. Podía hacer desde dos a tres cosas a la vez e incluso emular un sonido de piano con la guitarra. Fue de esta técnica de la que aprendieron muchos de los grandes guitarristas que hay en la historia del rock y del blues. En el documental “Remastered: Devil at the Crossroads” Keith Richards de los Rolling Stones condensó todo diciendo: “Una parte de lo que tocaba le hablaba a la otra, y él estaba en el medio. Podía hacer todo solo”. Sin embargo, sus canciones empezaron a difundirse unos años después a través de otros músicos como Muddy Waters, BB King y Elmore James. Pocos son los que empezaron escuchando a Johnson de manera directa.
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Su muerte no fue la excepción a su misterio. Se cree que en el año 1938 el guitarrista se involucró con un hombre luego de estar con su mujer. Esta historia concluye en este hombre intoxicando a Johnson con whisky, quien murió 2 o 3 días después. De hecho, no se sabe si fue él o ella quien llevaba el veneno. Murió a los 27 años, por lo que también inauguró el famoso “Club de los 27”, en el cual se integran otros grandes músicos como Brian Jones, Kurt Cobain, Janis Joplin, Amy Winehouse y más. Algunos creen que quienes están en este club hicieron un pacto con el diablo a cambio de talento y gran potencial, por lo que tendría sentido que sea Robert Johnson quien da inicio al mismo.
Queda en cada uno elegir si creer o no en esta gran leyenda que rodea a uno de los grandes guitarristas pioneros de la música blues; Robert Johnson.
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