El gobierno comienza a definir qué obras públicas en ejecución continuarán su marcha y cuáles podrían quedar suspendidas, o sujetas a conseguir financiamiento privado para terminarlas.
El Ministerio de Infraestructura, conducido por Guillermo Ferraro, es quien está a cargo de definir los criterios para tomar esta decisión.
Según consignó el periodista Bruno Yacono en un artículo publicado en TN, el Gobierno establecerá que con los fondos disponibles se terminen las obras que tengan un “alto grado de avance físico”. La directiva supone que la prioridad no estará dada por el tamaño ni la relevancia del proyecto.
Durante la campaña, Javier Milei había anticipado este viraje que le daría al tema de la obra pública e incluso habló de la posibilidad de llevarla a cero.
El mandatario había hecho referencia al sistema de obra pública a la chilena. “El Estado le entrega al privado la responsabilidad de poder generar una inversión, entendiendo que las prioridades las define el Gobierno”, explicó en varias ocasiones.
Mediante este esquema, el Estado le concedería al sector privado el derecho a explotar la inversión, como en el caso de autopistas que, una vez que el privado las construya, podrá cobrar peajes por un tiempo determinado para recuperar lo invertido y, al terminar el plazo, el Gobierno tendría que decidir si se hace cargo del servicio o inicia una nueva licitación de explotación y mantenimiento.
En la actualidad hay unas 4000 obras públicas en ejecución en todo el país, y hasta ahora no se sabe cuántas terminarán en los próximos meses.
El anterior ministro a cargo del área, Gabriel Katopodis, había anunciado la construcción de 120 “grandes obras” en el marco de un plan que denominaron “Argentina Grande”. De esos proyectos hay varios que se encuentran en ejecución, pero no todos tienen un alto porcentaje de avance físico.
Algunos ejemplos son el del corredor Mar del Plata-Olavarría de la ruta nacional 226, que en la intersección acceso a Sierras Bayas muestra apenas un avance del 9,41%.
Otro ejemplo es el de la construcción de la planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales en San Antonio de Areco, que muestra un avance del 12%.
También está el acueducto Gran Tulum, en San Juan, que está al 50% de avance.
Sin embargo, estos proyectos deberán esperar, ya que hay otros que cuentan con un 60% de avance físico y por lo tanto serán los que tengan prioridad.