El sindicato de trabajadores estatales liderado por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un paro nacional para el próximo 26 de febrero, en respuesta al fracaso de las negociaciones paritarias con el Gobierno nacional. La medida, que contempla movilizaciones y asambleas en todo el país, busca exigir un aumento salarial que supere la inflación, la reincorporación de despidos injustificados y la estabilidad laboral mediante pases a planta permanente.
“Le ponen techo a las paritarias y las quieren hacer desaparecer», sostuvo Rodolfo Aguiar, secretario gremial de ATE.
“No podemos avalar con nuestra firma un ajuste de esta magnitud en todos los salarios del Sector Público. Una propuesta del 12% incrementa el número de estatales con ingresos por debajo de la línea de pobreza”, sostuvo Aguiar
La paritaria entre los estatales y el Gobierno fue el escenario del conflicto: mientras que el sindicato ATE rechazó la propuesta por considerarla insuficiente –teniendo en cuenta el 20.6 por ciento de inflación de enero –, otro sindicato, UPCN, la aceptó. Esta discrepancia generó un clima de tensión en los organismos y dependencias públicas, donde se prevén posibles interrupciones en la atención al público durante el día de la medida de fuerza.
«El ajuste es intencional y deliberado. Además, continúan con las amenazas de despidos y los intentos de privatizar empresas públicas” resaltó el secretario gremial y añadió que «en tan solo semanas deterioraron de manera grave las condiciones de vida de millones en toda la Argentina”.
El Frente de Sindicatos Estatales y de Gremios de Empresas del Estado de la Argentina, encabezado por ATE, ha sido una fuerza unificadora en este paro nacional, agrupando a más de 20 organizaciones, entre las que se encuentran FJA, FESPROSA, CONADU-H, FEPEVINA, FETERA, Federación de Profesionales del GCBA, SUTAP, SUTEPA, APJBO, UPJ, SITEBA, APGCABA, APACSA, APSS, ABC, AJB, SITRAJUR, AEyFPJN y APINTA.
Los reclamos fundamentales que impulsan esta medida de fuerza incluyen la estabilidad laboral, la recuperación del poder adquisitivo y la oposición al ajuste en las provincias lideradas por el presidente Javier Milei. Específicamente, se demanda un incremento salarial por encima de la inflación, la reincorporación de empleados despedidos injustificadamente y la garantía de estabilidad laboral. Además, se rechaza cualquier intento de privatización en el ámbito estatal.
En cuanto a la situación de la paritaria, ATE espera que el Gobierno presente una oferta «seria» teniendo en cuenta que el incremento en el índice de Precios al Consumidor superó en dos meses el 55%.