La desastrosa organización quedó evidenciada este martes con la caravana de los jugadores de la Selección Argentina que quisieron celebrar el campeonato del mundo con los millones de hinchas que salieron a las calles. Pero lo cierto es que muy pocos pudieron hacerlo.
Las fuerzas de seguridad fueron los principales responsables señalados por el mismo presidente de la AFA, «Chiqui» Tapia y por muchas de las familias que esperaban el micro de la selección en las intersecciones acordadas desde ayer. Además, miles de personas aprovecharon estas falencias y cortaron los caminos principales por donde iba a avanzar la caravana, incluso poniendo en riesgo la integridad del plantel campeón y de las personas que celebraban pacíficamente.
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La intención de la Asociación de Fútbol de nuestro país era llegar al obelisco, en principio recorriendo toda la Av. General Paz, hasta la 25 de Mayo y el resto del tramo, sin pasar por la Casa Rosada. Ante el colapso de las arterias, la caravana de la selección debió improvisar. Decidieron tomar por la Autopista Dellepiane, en dirección al centro porteño, pero tomando la bajada en la calle Larrazabal, en el barrio de Lugano.
Los jugadores fueron trasladados hasta la escuela de policía ubicada en Villa Soldati, donde se subieron a seis helicópteros para recorrer los distintos puntos de concurrencia que no fueron visitados; es decir el 98% del recorrido planificado. El calor, la desorganización y el no poder ver a los jugadores decepcionó a las casi 5 millones de personas que se movilizaron ilusionados con ver la Copa del Mundo.
En su cuenta de Twitter oficial, el presidente de la AFA agradeció la movilización de la policía bonaerense y destacó especialmente el trabajo de Sergio Berni, Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, donde el micro quedó estancado durante horas sin que la mayor cantidad de personas pudieran disfrutar de los festejos.
Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino ⚽🇦🇷
— Chiqui Tapia (@tapiachiqui) December 20, 2022
Aunque el posteo puede ser dirigido a la Policía de la Ciudad, encabezada por Marcelo D’Alessandro, Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, lo cierto es que el micro estuvo escasos minutos en el distrito. Por esto, todo apunta a ser una crítica a la Policía Federal y la conducción de la seguridad que realiza Aníbal Fernández a nivel nacional.
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No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar.
Mil disculpas en nombre de todos los jugadores Campeones.
Una pena 😠🇦🇷— Chiqui Tapia (@tapiachiqui) December 20, 2022
El rechazo de los jugadores a visitar la Casa Rosada y ser recibidos por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, puede ser uno de los motivos por los cuales se frustró la caravana que iba a ser histórica si se realizaba por completo y exitosamente.
El punto de quiebre fue cuando dos hinchas se arrojaron deliberadamente de un puente en el Mercado Central para intentar entrar al colectivo descapotable donde se encontraban Lionel Messi, Rodrigo De Paul, Julián Álvarez y todos los jugadores de la Scaloneta. Uno de los delirantes cayó en el interior del micro, sin heridas graves y fue asistido por los jugadores y posteriormente fue bajado del bus. La segunda persona golpeó con la parte trasera del vehículo y cayó en la cinta asfáltica. Hasta el momento, se desconoce su estado de salud, pero Alberto Crescenti, titular de SAME, confirmó que hay 16 internados como consecuencia de los festejos.
Simultáneamente, se registraron múltiples destrozos en toda la Capital Federal, sobre todo en el Obelisco, la Autopista Lugones, la Autopista Dellepiane y la 25 de Mayo. Por otro lado, el Mercado Central y los alrededores del predio de AFA en Ezeiza también se vieron afectados.
Todas las autoridades se lavan las manos, tras haber arruinado la caravana de la Selección y lo que hubiera podido ser una celebración inolvidable.
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