Un día como hoy, pero de 1949, nacía el recordado humorista y periodista Jorge Guinzburg. El también productor -que hoy tendría 74 años- murió el 12 de marzo de 2008 por derrame pleural y una neumonía, generados a partir de un cáncer pulmonar.

Cuando hablamos de Guinzburg, hablamos de una persona querida y respetada por todos, sinónimo de humor y emotividad. Su primera aparición televisiva fue en 1986, durante el mítico programa La Noticia Rebelde. Hasta ese año, Jorge solo se había dedicado al humor gráfico junto a Carlos Abrevaya, su amigo. Entre algunos trabajos, publicó en Satiricón, Humor y el diario Clarín.

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Además de eso, el humorista hizo muchísimos programas de radio y se estuvo detrás de cámara del histórico «Tato» Bores, como guionista en su programa, durante 1982.

Poco a poco, su apellido fue tomando relevancia en el mundo de la televisión, hasta convertirse en uno de los pilares del periodismo humorístico en la pantalla chica, con un estilo distintivo que lo dejaba a la par de lo que hacían Bores, Adolfo Castello y Horacio Fontova, por ejemplo.

«Peor es nada» lo catapultó a la cima y lo instaló como el gran personaje que era. En el programa televisivo se destacaban sus sketches y entrevistas, con un tono fluido, natural y picante, algo disruptivo para la época. También realizó humor político desde la década de los ’90, junto a su compañero Fontova: se burlaban del gobierno, de sus representantes y de la situación socioeconómica. También  parodiaba a los personajes del momento, en plena pantalla de Canal 13.

Como todas las carreras profesionales, la suya tuvo épocas buenas y malas. Pero sin duda, sus mayores esplendores llegaban cuando relucía su acidez, frivolidad, además de la picardía y rapidez periodística.

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Por otro lado, condujo uno de los momentos televisivos más icónicos de la TV argentina, entrevistando a Joaquín Sabina, Charly García, Diego Maradona y Graciela Alfano juntos en La Biblia y el Calefón. También fue quien le consulto abMirtha Legrand sobre la infidelidad de su marido y con quién tuvo relaciones sexuales por primera vez.

Si algo le quedaba hacer, era revolucionar una franja horaria. Y eso es lo que hizo con la mañana, ya que esta programación estaba reservada para repeticiones cómo «El Zorro». El programa Mañanas informales, conducido por éi, vino a cambiar eso y actualmente recalcan el formato específico en todas emisoras.

En fin, Jorge Guinzburg vino a incomodar a algunos y hacer reír a todo el resto de personas.