Los últimos viajes del presidente Alberto Fernández y su comitiva se venían realizando gracias a convenios entre Secretaría General de la Presidencia de la Nación y Aerolíneas Argentinas debido al pésimo estado del TANGO-01. Es que el avión presidencial venía demandando gastos millonarios en repuestos y mantenimiento, y no estaba siendo utilizado. Por ello, en diciembre Presidencia de la Nación confirmó la compra de una nueva aeronave oficial.
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En ese entonces se mencionó que la nave anterior (Boeing 757-200) sería entregada en forma de pago por un monto de 3 millones de dólares para adquirir un modelo más moderno (Boeing-757-256) por un costo total de 25 millones de dólares, lo que redujo una porción del gasto y futuras inversiones en reparaciones o al menos eso se creía.
No obstante, la nueva aeronave también vino con algunas complicaciones encima. Según la contratación directa que realizó Secretaria General de la Presidencia de la Nación bajo el número de proceso 23-0003-CDI23, se debitarán de las arcas estatales US$D 160.000 y unos 40.000.000 de pesos en repuestos y servicios de mantenimiento y limpieza para la nueva aeronave presidencial.
Los detalles del servicio aún no están disponibles, dado que los pliegos y archivos que explican los motivos de contratación no fueron adjuntados. Aunque sí sumaron un anexo que detalla los costos por hora de algunos de los servicios solicitados: Ingeniería $18.200; fabricación $13.000; mantenimiento $13.000; material compuesto $15.600; pintura $11.700; calibración y mediciones $13.000; ensayos $18.200; accesorios $14.300; motores rotables $14.300; utilajes $11.700 y tapicería $11.700.
El nuevo avión tenía algunas complicaciones con componentes vencidos y también en la estética. «Las 39 máscaras de oxígeno de pasajeros ubicadas en los paneles superiores del techo se encontraban vencidas. Por normativa se exigió el reemplazo de las mismas», detalla el reporte al que accedió Infobae.
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También, el sistema de entretenimiento de la cabina estaba desinstalado, «este es el que permite el manejo de las funciones de confort como las pantallas individuales de los pasajeros, las cámaras y algunas funciones especificas de la habitación principal», detalla en otro tramo. En cuanto a la estética, la aeronave se encuentra un poco descuidada, alfombras sucias, manchas en el interior y exterior. «El avión tiene que estar impecable para su entrega», comentaron desde el Gobierno hace unos días al mismo medio.
Cuando el avión esté «impecable» la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que fue quien propuso dar la aeronave anterior como forma de pago y funciona como garante, deberá transferir los 22.230.000 dólares que había depositado el Gobierno antes de fin de año.
¿Cuándo llega el nuevo avión presidencial?
El ARG-01, como será denominado el nuevo avión presidencial, llegaría el próximo mes. El modelo del avión es un Boeing 757-256 del año 2000. Originalmente era un avión de pasajeros, hasta que en el año 2006 fue comprado por un norteamericano que lo refaccionó y lo convirtió en un avión ejecutivo. Cuenta con pantallas led individuales para cada uno de los 39 pasajeros, cámaras de seguridad, una habitación principal y otras dos un poco más reducidas.
Si las mejoras se terminan en tiempo y forma y la empresa vendedora no presenta otros imprevistos, la aeronave realizaría el primer vuelo de prueba y arribaría al país a mediados del mes de marzo.
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