El consultor político Jaime Duran Barba hizo perspicaces observaciones sobre los primeros 100 días de gobierno de Javier Milei y pintó un panorama desafiante, marcado por la inevitable incompatibilidad entre el presidente actual y el exmandatario Mauricio Macri.
«Es como intentar encerrar a un tigre siberiano y a un carpincho en la misma jaula. Al final, las diferencias son tan abismales que el conflicto es inevitable», expresó Duran Barba, utilizando una metáfora peculiar para ilustrar la brecha insalvable entre ambos líderes políticos.
El exasesor estrella de Cambiemos no escatimó en sus evaluaciones, señalando que Mauricio Macri es un líder que busca la obediencia, mientras que Milei, según sus análisis, se mueve en una esfera donde la rebeldía es una constante. «Milei nunca va a obedecer a Macri», sentenció, subrayando las diferencias de naturaleza y estilo entre ambos dirigentes.
“Milei no se obedece ni a sí mismo. Entonces, es inevitable que su cercanía produzca una supernova, una explosión que ilumine el universo”, agregó.
Duran Barba también incursionó en el terreno de la psicología, ofreciendo un análisis profundo sobre las experiencias traumáticas de Milei en su infancia y su vida profesional. «Vivió una escuela y un colegio en el que le hacían mucho bullying», reveló el experto, insinuando que estas experiencias podrían haber moldeado la actitud desafiante y anti-establishment del presidente actual.
«Es la persona que, según todas sus biografías, vivió una infancia muy atormentada con un padre violento y salvaje. Vivió una relación profesional con empresas en donde lo maltrataban. Estuvo siempre perseguido por los ‘normales’», expresó el analista ecuatoriano.
“De pronto, llega a Presidente y puede ser él quien persigue a los demás. Entonces, se desata contra todos. Psicológicamente es completamente comprensible. Se está desquitando del padre, de los que lo jorobaron en el colegio y en la empresa”, sostuvo.
En cuanto a las ideas políticas de Milei, Duran Barba las calificó como «un caso muy especial, único en América Latina», destacando su postura radical contra el Estado, al que considera una organización criminal. Este enfoque, según el analista, plantea desafíos significativos para cualquier intento de colaboración con las instituciones existentes.
«Tanto Milei como su equipo creen que las instituciones no tienen sentido«, sentenció y detalló: “Cierran el INADI, pero no mandan una ley que cierre el INADI al Congreso; lo mismo pasa con Télam. No envían leyes, no les interesa porque no son institucionales».
El consultor comentó que tiene buena relación con alguna gente del entorno del presidente -es el caso de Santiago Caputo, quien trabajó con Duran Barba-, a los que calificó como «buenos chicos, gente valiosa».
Y añadió: «Pero todos tienen esa ideología en la que creen que hay que destruir el Estado, así como los católicos creen que hay Dios”, sostuvo.
Además, Duran Barba comparó el ascenso de Milei con otros líderes políticos emergentes en la región, sugiriendo que todos comparten rasgos psicológicos distintivos que los diferencian de la política tradicional. Esta comparación, sin duda, arroja luz sobre el carácter disruptivo y desafiante de Milei en el panorama político argentino.
«Creo que Milei ganó porque es distinto a todos los demás. En esta etapa de crisis de la política representativa, todos los países buscan a alguien, por ponerle un nombre raro, que no se parezca a los políticos normales», resumió.
