El Observatorio de Adicciones de la Defensoría del Pueblo bonaerense realizó un relevamiento nacional sobre las víctimas fatales del coronavirus en el país, el cual arrojó que 2 de cada 10 factores de riesgo estaban vinculadas al tabaquismo, a través del tradicional cigarrillo o la novedosa técnica del vapeo.
Según el informe, citado en el sitio oficial de la Defensoría de la provincia, «la distribución de los factores de riesgo en fallecidos/as por Covid-19 muestran que el 18,72% correspondían a ser fumador, exfumador y/o padecer la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) como patología previa».
Por otra parte, un 17,99% corresponde a la diabetes, 15,45% a la insuficiencia cardíaca, 12,46% a enfermedades neurológicas y 10,03% a la obesidad. El resto de los factores de riesgo están relacionados con enfermedades oncológicas previas (9,64%), insuficiencia renal (7%), inmunocompromiso (4,01%), asma (2,18%), hepatopatía crónica (1,80%) y tuberculosis (0,70%).
Advertencia de la OMS
Sobre el final del comunicado, el organismo advierte la creciente preocupación que generan en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad científica en general, «los cigarrillos electrónicos y la práctica del vapeo, la cual podría estar asociada a cardiopatías y distintas afecciones pulmonares».
En ese sentido, el vapeo, que en un principio apareció como «solución» para los fumadores que buscaban liberarse de su adicción al cigarrillo, podría estar asociada a cardiopatías y distintas afecciones pulmonares.
Qué es el EVALI
Por su sigla en inglés “lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo”, se asemeja en su etapa inicial a la neumonía por sus síntomas como tos, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Esta afección podría disminuir las posibilidades de recuperaciones en las personas con coronavirus.
De acuerdo con la doctora María Inés Medin (MN 76158), coordinadora de la Sección Tabaquismo y Epidemiologia de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, “el humo del tabaco deteriora varios componentes de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio».
Además, genera «alteraciones que favorecen la aparición de infecciones respiratorias bacterianas o virales, y podrían explicar por qué las personas que fuman presentan no sólo una mayor incidencia, sino manifestaciones más graves de infecciones respiratorias como influenza, neumonías y tuberculosis”.
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