Tras la viralización de la horrenda situación que vivió Jonas, un niño con autismo que sufrió bullying en su colegio de San Martín, la directora de #BORDER, María Julia Oliván, lo entrevistó a él y a su madre para conocer más en profundidad su caso.
Giselle es la madre de Jonas, el niño que sufrió bullying por tener autismo. Al comienzo de la pandemia recibió las primeras alertas de que su hijo podría estar dentro del trastorno del espectro autista (TEA). Ahora se está interiorizando sobre el diagnóstico, y tuvo que informar al colegio sobre la situación: “Cuando empezó el primer día de clases lo acomodé y salí a hablar con la maestra. A él le estamos haciendo unos estudios que la neuróloga le mandó, todavía estoy esperando; pero si está con la psicopedagoga”, le dijo a las autoridades del colegio.
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Después de una semana, la profesora la citó para hablar sobre las dificultades que Jonas tiene en el aprendizaje, mientras ella luchaba con las obras sociales, los estudios y la obtención definitiva del diagnóstico. La situación se volvió cada vez más complicada para ella y su familia, entre viajes y complicaciones.
En abril, Giselle se percató de la difícil situación que vivía su hijo, cuando asistió a una reunión de padres. “Lo vi a mi hijo en el medio del patio con un montón de nenes. Todos los nenes en ronda, jugando a la pelota, y mi hijo estaba solito contando los cositos en la pared”, declaró. Ella lo llamó y le preguntó el por qué estaba solo. “Los nenes no quieren jugar conmigo porque no sé jugar a la pelota”, le dijo Jonas a su mamá.
“Los nenes le decían que él era nena porque no jugaba a la pelota”, afirmó. El momento más triste, cuenta Giselle, es cuando vio a su hijo en una foto del colegio al lado de una caja. Mientras todos estaban en grupo, él estaba solo, sentado y llorando. Cuando vi la foto “me largué a llorar”, al igual que la abuela de Jonas, quien también vio la foto.
En ese momento, la mujer se acercó a su hijo y este le contó todo: “Mamá, los nenes me pegan”, le contó, y le mostró un chichón en la cabeza. Tras las reflexiones de la mujer y María Julia, Giselle afirmó: “Desde abril él viene con las piernas lastimadas, todos los días salía llorando del colegio. Yo me acercaba y todos los días le preguntaba a la maestra ‘¿Qué pasa? ¿Por qué le pegan?’”. También pidió que citen a los padres de los niños agresores, pero la única respuesta que obtuvo de la directora es: “Vamos a tomar cartas en el asunto”.
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En la entrevista, que duró más de 40 minutos, se reflexionó sobre la necesidad de mayor visibilización y empatía que hay en la sociedad para incluir a niñas, niños, adolescentes y adultos que tienen TEA. Además, ambas intercambiaron consejos, experiencias y compartieron los difíciles momentos que hay que atravesar.
En el transcurso, Oliván también preguntó: “¿Cómo está ahora Jonas?”. “Él está bien”, respondió Giselle y mostró a cámara al pequeño con una gran sonrisa. María Julia comenzó a hablar con Jonas, le contó un cuento y hasta le presentó a su hijo Antonio, en un momento hermoso.
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