Al menos 17 de los 30 profesionales del servicio de guardia renunciaron en el hospital de Río Cuarto. Los mismos reclaman mejoras salariales, la designación de más personal y un mejor ambiente para desarrollar su trabajo diario. Además, el director del establecimiento también presentó su renuncia.
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El miércoles pasado las renuncias comenzaron a caer tras no haber acuerdo entre los médicos y la ministra de Salud provincial, Gabriela Barbás. Los 17 profesionales pertenecían al servicio de Emergentología. Los médicos de este y otros servicios decidieron manifestarse en los pasillos del hospital y presentaron un reclamo formal a las autoridades del establecimiento.
En el mismo pidieron una recomposición salarial y la valoración de su trabajo. Además, anticiparon los problemas que se darían dentro del hospital si no respondían el documento en los siguientes días. Sin respuesta alguna, los médicos comenzaron a presentar sus renuncias y los servicios se vieron afectados.
El director del lugar, Carlos Pepe, se había comprometido a transmitir el malestar de los trabajadores al Ministerio de Salud de la provincia, pero horas después se conoció que él mismo había sido reemplazado por un nuevo director: “La ministra de Salud designó a partir de la fecha y a través de la Resolución 1593 a Iván Leandro Aznar como director del hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto, tras haber aceptado la renuncia del doctor Carlos Pepe”, se anunció,
“La renuncia fue una decisión consensuada con el ministerio, son tres años y medio de gestión en la que el desgaste ha sido grande y este conflicto que se ha dado con los médicos es realmente difícil. Uno ya siente el peso de todo lo que ha pasado, por eso lo mejor era dar un paso al costado y dejar que otra gente lo gestione de otra forma”, explicó el ex director del hospital de Río Cuarto al medio La Voz.
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Por otro lado, agregó: “Seguramente que no es lindo, no es bueno que renuncie tanta gente, pero yo creo que siempre se va a conseguir solucionar el tema de alguna forma. Trabajar en el hospital para nosotros es muy gratificante, la salud pública siempre ha sido mi vocación”.
César Lucero, uno de los médicos de guardia con 11 años de antigüedad que también renunció al hospital, opinó que la renuncia de Pepe “era esperable”. Y expresó: “Todos los que han pasado por la dirección médica en los últimos diez años tenían ambiciones políticas. Este director no tenía idea de gestión, recursos humanos, organización de servicios, le dio el último empujón para que el castillo de naipes se cayera, no era para nada accesible para el diálogo”.
En el mismo sentido, Lucero habló en Lanata sin Filtro (Radio Mitre) y explicó que el mal ambiente laboral se sentía tanto en sus salarios de base (75.000 pesos) hasta en la comida que recibían diariamente. Además, contó que las instalaciones del hospital no se encontraban en las mejores condiciones para llevar a cabo su labor.
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