El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reivindicó el trabajo infantil, tras alegar que «eran buenos tiempos cuando los menores podían trabajar, incluso aspirar (sic) un adoquín de paco».
En ese sentido, Bolsonaro consideró que el trabajo infantil es «un valor de la sociedad». Esto ocurrió en la noche del martes, en un evento auspiciado por la Asociación Brasileña de Bares y Restaurantes (Abrasel). Y recordó su primer trabajo en negro «a los 10 años».
«Yo trabajaba después de la escuela, por la tarde, esperando a los que iban a tomarse un trago», dijo el primer mandatario brasileño.
En julio de 2019, el excapitán del Ejército, había señalado que «cuando un chico de nueve o diez años está trabajando, siempre hay alguien que dice que eso es trabajo esclavo, yo no sé si es así». En una transmisión en vivo por redes sociales, el exlegislador se quejó en su momento de que «cuando la gente ve a un menor fumando un cigarrillo de crack, nadie dice nada».
El trabajo en Brasil está permitido desde los 16 años. Sin embargo, el Estatuto del Niño y del Adolescente habilita una función de aprendiz a partir de los 14.
Por otra parte, Jair Bolsonaro se refirió a la tenencia de armas para menores, al recordar que el empezó «a disparar de joven y no había ningún problema en ello, mi padre tenía una escopeta que yo usaba en medio del monte donde disparaba de lo lindo”.
Finalmente, y sobre el coronavirus, reforzó su posición intransigente, al indicar que “no sirve escapar, hay que enfrentar (la pandemia). No mi generación, porque yo ya tengo 65 años, pero las generaciones jóvenes no quieren enfrentar los problemas. Si te quedás quieto, vas a morirte. Entonces, hay que comenzar a disparar», cerró.
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