Jimmy Monaghan, de 24 años y con autismo, no pasó el mejor de sus tiempos durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus. Los días de encierro hicieron mella en este estadounidense, así como en mucha gente alrededor del mundo. Por supuesto, para las personas con TEA, la dificultad fue aún mayor.
Para levantar su ánimo, la familia decidió hacerle un regalo sorpresa a Jimmy. Su hermana Melany registró el momento en un video que publicó en sus redes sociales, y por estas horas, es viral en YouTube.
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La familia lo invitó a Jimmy para que pase afuera ya que su madre tenía un presente para entregarle. En ese momento, apareció con un canasto donde adentro llevaba un presente. «¿Eso es un perro?», le preguntó el hijo. «Oh, dios mío! Es muy lindo!».
Luego, la mujer le aclara que el perrito todavía no llevaba nombre, por lo que tendrían la tarea de bautizarlo: «Tenemos que pensar en uno», le dijo la madre a Jimmy. Finalmente, el chico le agradeció a la madre por el regalo: «Estoy muy sorprendido! Ahora, tengo un perro», exclamó.
Los efectos de las mascotas en personas con autismo
Una investigación de la Universidad de Missouri arrojó que las mascotas «generan fuertes lazos y reducen el estrés» tanto en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) como en sus padres.
“Dado que las características del espectro del autismo son tan amplias, puede ser difícil identificar intervenciones que sean muy beneficiosas. Algunos de los desafíos centrales que enfrentan los niños con autismo incluyen ansiedad y dificultad para comunicarse. Como las mascotas pueden ayudar a aumentar la interacción social y disminuir la ansiedad, descubrimos que no solo son útiles para proporcionar consuelo y apoyo a los niños con autismo, sino a sus padres también«, señala Carlisle.
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El trabajo lo llevó adelante la científica Gretchen Carlisle, quien está a cargo del Centro de Investigación para la Interacción Humano-Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria de dicho establecimiento educativo.
“Dado que las características del espectro del autismo son tan amplias, puede ser difícil identificar intervenciones que sean muy beneficiosas. Algunos de los desafíos centrales que enfrentan los niños con autismo incluyen ansiedad y dificultad para comunicarse. Como las mascotas pueden ayudar a aumentar la interacción social y disminuir la ansiedad, descubrimos que no solo son útiles para proporcionar consuelo y apoyo a los niños con autismo, sino a sus padres también», señala Carlisle.
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Al mismo tiempo, Carlisle señaló la importancia de que el niño o la niña forme parte de la decisión de tener o no una mascota en la familia. En ese sentido, tener un «perro grande y ruidoso que sea muy activo podría causar una sobrecarga sensorial para un niño en particular, mientras que un gato tranquilo podría ser mejor“.
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