Este martes, el exgobernador de Jujuy, Gerardo Morales, justificó la detención de dos hombres que tuitearon sobre una supuesta infidelidad de su esposa, Tulia Snopek, y acusó a la organización Tupac Amaru, liderada por Milagro Sala, de difundir «esta mentira».
«No es una causa por tuitear, sino por organizar y alterar la identidad de una nena de dos años. Y violencia de género contra mi mujer. Si se simplifica en que es por un tuit, parece una exageración. Pero el problema es que no se conoce la causa y se habla sin saber. Yo la conozco la causa por ser querellante», precisó el exmandatario.
Según dijo «lo que surge de las pruebas de los celulares de Morandini y Villegas es consecuencia de la organización y planificación de difundir una infamia para producir daño«. Y precisó: «Es un grupo de 13 personas, entre otras. Y de algunos textuales surge que desde diciembre intentan instalar la infidelidad y la mentira».
Morales afirmó que la causa abierta contra los hombres no tiene relación con la libertad de expresión, sino por «organizar, planificar, difundir y alterar la identidad de una niña de dos años y por lesiones psicológicas por violencia de género» contra su esposa. Sus declaraciones se produjeron tras la detención y posterior liberación de Nahuel Morandini y Roque Villegas, quienes publicaron mensajes sobre la supuesta infidelidad de Snopek en redes sociales.
En este sentido sostuvo que el daño causado a su familia es «irreparable», con Snopek sometida a tratamiento psicológico debido al impacto de las acusaciones. Morales señaló que Morandini forma parte de la Tupac Amaru, acusándola de pergeñar la falsa relación entre su esposa y un músico, y también involucró a Lucía González, quien permanece prófuga y está implicada en la causa.
«Se ha tornado incierta la identidad de mi hija de 2 años, que empieza el jardín la semana que viene. ¿Qué le digo yo de acá a dos años a mi hija cuando me pregunte quién es el padre? ¿En qué va a terminar las salud psicológica de mi hija después de semejante delito que se ha cometido», cuestionó el exgobernador.
Morales enfatizó en que el derecho a la expresión no justifica el daño causado a su familia y cuestionó quién es la verdadera víctima en esta situación. Asimismo, expresó su deseo de que el caso llegue a la Corte Suprema en búsqueda de justicia y reparación por el daño psicológico sufrido.
«Lo que ellos discuten en un grupo de WhatsApp da cuenta de una organización que planifica una mentira para hacer un delito. En enero impactó en 12 millones de personas, ahora en los 48 millones de argentinos. Le jodieron la vida a mi mujer y a mi hija«, sostuvo.
El dirigente radical adelantó que continuará exigiendo justicia y reparación por las graves consecuencias emocionales provocadas por los tuits difamatorios, señalando a la Tupac Amaru como parte de la difusión de esta falsa acusación.
