La región de la Patagonia dio un claro mensaje de unidad en el Senado argentino al aportar 15 de los 42 votos en contra del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presentado por el presidente Javier Milei. El rechazo casi unánime por parte de los representantes del sur del país marca un hito en la relación entre el Gobierno Nacional y las provincias del sur del país, la influencia de estas regiones en la política nacional.
El bloque regional, denominado Provincias Unidas del Sur, mostró su poderío político al unirse para oponerse al controvertido DNU. Esta coalición, anunciada durante la Cumbre de Puerto Madryn y consolidada en la votación del Senado, refleja el compromiso de los gobernadores patagónicos de defender los intereses de sus provincias ante decisiones gubernamentales que puedan afectarlas.
En este sentido, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, había anticipado esta acción al crear el Foro de Legisladores Nacionales, con el objetivo de unificar criterios y priorizar los intereses de las provincias patagónicas en el Congreso de la Nación. El rechazo al DNU por parte de los senadores patagónicos no solo refleja una postura política común, sino también una advertencia clara al Gobierno sobre la importancia de tener en cuenta las necesidades y demandas de estas regiones.
Ahora, el foco se centra en la Cámara de Diputados, donde el mega DNU será sometido a debate. Si bien el rechazo en esta cámara no tiene el mismo peso que en el Senado, la participación de los diputados patagónicos podría ser determinante en el resultado final. Con 30 diputados nacionales que pueden influir en la votación, la Patagonia se convierte en un actor clave en este escenario político.
La votación en el Senado reflejó una postura prácticamente unánime de la Patagonia contra el DNU de Milei. La articulación de los gobernadores terminó visibilizándose en el voto negativo de los legisladores que no integran los bloques mayoritarios, como la neuquina Lucila Crexell, la rionegrina Mónica Silva, el fueguino Pablo Blanco, y los santacruceños Carambia y Natalia Gadano.
Los gobernadores de la Patagonia habían manifestado públicamente su oposición a la vuelta de la cuarta categoría de Ganancias, un proyecto que el Gobierno quiere reflotar.
