El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, señaló hoy en entrevista con Radio 10 que “hemos tenido el año con el brote epidémico más alto de los que se han registrado. Pero ya estamos en la parte final de este brote”.
Según lo declarado por el funcionario, en la última semana los datos de infecciones se han estabilizado y “hay cierta tendencia al descenso de los casos y de las internaciones, con lo cual probablemente estemos viendo el inicio de la salida (del brote), al menos aquí en la Ciudad”.
Quiros ya había anticipado esta semana que en la zona centro del país, donde se encuentra la Ciudad de Buenos Aires, quedan seguramente “pocos días o al menos un par de semanas” como máximo de la enfermedad del dengue en estos niveles de cantidad de infecciones.
Sobre la atención en los hospitales públicos porteños, el funcionario explicó que ha bajado la demanda y agregó que “al día de hoy y durante todo el fin de semana largo, visité a una cantidad importante (de las guardias hospitalarias) y están todas trabajando normalmente”.
“En el sistema de salud ha habido varios días de mucha gente consultando, y que tenía que esperar dos o tres horas el (resultado) del análisis de laboratorio por eso en cada hospital hubo una cantidad significativa de personas esperando, pero (los hospitales) se mantuvieron con capacidad de atención todo el tiempo”, manifestó Quirós en referencia a filas o aglomeraciones en las guardias porteñas.
“Desarrollamos 18 unidades de febriles para que las guardias no tengan que atender a los pacientes con dengue, por lo tanto puedan atender los habituales y estas unidades están activamente trabajando”, agregó y explicó que la mejor estrategia para prevenir el dengue, dijo: “Todos los agostos empezamos con el trabajo territorial porque agosto y septiembre es el momento más crítico del mosquito, que es cuando termina el invierno. En ese momento no hay mosquitos adultos registrables en la Ciudad de Buenos Aires y por lo tanto lo único que han dejado son los huevos (del Aedes aegypti) ”.
En esos meses los huevos del mosquito esperan al verano para eclosionar, desarrollarse y convertirse en el insecto adulto que puede picar y transmitir el virus. El funcionario recomendó tirar agua hirviendo en los bordes de los recipientes que no se pueden vaciar, o que no se pueden raspar, y también derramar agua muy caliente en los lugares donde ha quedado agua en el verano anterior. Y destacó que la clave es “destruir los huevos en el invierno” ya que la masa de mosquitos en invierno es “extremadamente más pequeña” que en los meses calurosos.
Sobre la vacuna, Quirós explicó que “falta definir a qué población, en qué momento y con qué estrategia sanitaria. Necesitamos alguna información que todavía nos falta. Todavía no está claro si hay que utilizarla solamente en las zonas endémicas, como están recomendando, hasta el día de hoy, la mayoría de los expertos y la OMS”.
“Todavía falta información para tomar la mejor decisión posible. Creo que esa información la vamos a tener en los próximos meses y lo que hay que hacer es para los meses de mayo o junio, tener una definición clara junto con la Comisión Nacional de Inmunizaciones y desarrollar la campaña para el año que viene”, concluyó el funcionario.
