El diputado radical Martín Tetaz salió al cruce de las declaraciones del presidente Javier Milei, luego de que este manifestara ayer que planea eliminar por decreto los fideicomisos. Tetaz sostuvo que “un fideicomiso es una forma, entre comillas si lo hacés bien, más eficiente de gestionar una política pública”. Cuestionó el modo en que Milei ha tratado el tema y criticó que el mandatario «construye un discurso fascista» contra quienes no piensan como él.
Anoche, en el programa de TN “Una vuelta mas”, conducido por Diego Sehinkam, Tetaz fue consultado por las declaraciones de Milei sobre este tema. Sehinkman le planteó a Tetaz que “no pareciera que esos fideicomisos fueran más eficientes”. “¿Con qué métricas los medís?”, contraargumentó Tetaz, y propuso que le nombraran un ejemplo para discutirlo concretamente.
Ante el argumento de que los fideicomisos obligan a más cargos estatales, que deben obviamente encargarse de gestionar fondos que antes se manejaban en las estructuras de empresas u organismos públicos, Tetaz elogió esas estructuras y consideró que sirven para hacer “una gestión más ágil” de los recursos.
“Milei va construyendo capital político por un lado”, agregó Tetaz, “pero si no consigue resultados rápidamente, y acá el resultado es que baje la inflación, en paralelo construye un discurso de corte fascista, que es todos los que están en contra nuestro son enemigos, quieren que a la gente le vaya mal, que al país le vaya mal, o son traidores a la Patria”.
En esa línea, Tetaz señaló que “esta presunción de superioridad moral la tuvo mucho tiempo el peronismo y es una de las cosas que uno esperaba cambiar”.
Frente a las respuestas de Tetaz, los seguidores de Milei salieron a hostigarlo en redes tildándolo de “radical K”.
Qué es un fideicomiso
Técnicamente, un fideicomiso es un instrumento legal que involucra a tres partes: el fideicomitente, el fiduciario y el beneficiario.
El fideicomitente transfiere ciertos activos o propiedades al fiduciario, y este los gestiona de acuerdo con los términos establecidos en el contrato del fideicomiso. El beneficiario es la parte que eventualmente se beneficiará de los activos del fideicomiso.
Se trata de un mecanismo legal que separa la propiedad legal de los activos de su control económico y beneficio. Por medio de este instrumento se crea una estructura que permite la transferencia de bienes de un propietario a un gestor designado, el cual los administra en beneficio de terceros, los beneficiarios.
Quienes se oponen a este instrumento para el manejo de fondos públicos argumentan que tiene muchos menores controles que las partidas que integran el Presupuesto y que esto hace que su funcionamiento sea mucho menos transparente que el gasto público habitual de las reparticiones del Estado, las cuales son aprobadas por el Congreso y con instancias de auditoría que los fondos fiduciarios no poseen.
En la práctica, los fondos fiduciarios (o fideicomisos públicos) son presupuestos enteros que afectan a las cajas provinciales. Es por eso que durante el debate de la Ley Ómnibus hubo tanta oposición de parte de los gobernadores a la aprobación del inciso en el que se establecían las “bases de la delegación legislativa” y que permitía: “Transformar, modificar, unificar o eliminar asignaciones específicas, fideicomisos o fondos fiduciarios públicos creados por normas con rango legal, inclusive los destinados a subsidios, revisar su procedencia y destino para lograr una mayor racionalidad, eficiencia, eficacia, transparencia y control del uso de recursos públicos”.
Los fideicomisos pueden usarse para muchas cosas. En el ámbito privado, por ejemplo, se utilizan con frecuencia para planificación patrimonial, para garantizar la transferencia eficiente de activos y propiedades a herederos designados, evitando problemas de sucesión y reduciendo la carga fiscal.
También se usan para la protección de bienes (los activos pueden protegerse contra posibles litigios, acreedores y reclamaciones, brindando una capa adicional de seguridad) y la administración de activos.
La caída de la Ley Ómnibus en el parlamento le impidió a Javier Milei manejar a discreción los $1,5 billones distribuidos a través de, al menos, 29 fideicomisos.
El gobierno de La Libertad Avanza entiende que esa fortuna, que representa casi dos puntos porcentuales del Producto Bruto Interno (PBI) del país, es una “caja negra” que tiene escasos o nulos controles y que es defendida por “la casta” para no perder sus “privilegios” que obtienen a través de ellos.
“Vamos a avanzar fuertemente sobre todas las cajas negras de la política”, enfatizó Milei en la última entrevista con el medio La Nación Más y anticipó que avanzará con la eliminación de los fideicomisos a través de un decreto, a la vez que enfatizó que esos 29 fondos fueron la principal causa por la que no consiguió los votos en particular para la aprobación de la Ley Ómnibus.
“Si los tengo a tiro de decreto, anotalo, porque son boleta”, afirmó en relación a los fideicomisos.
“Toda esa runfla son como u$s20.000 millones. Son todas cajas negras de la política. Eso hay que terminarlo. Eso pone muy nervioso a muchos. Hay muchos agentes de la política que vive de eso”, agregó.
Entre los fondos cuestionados se encuentran el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU). Las organizaciones piqueteras y movimientos sociales peronistas se manifestaron de manera activa para que los diputados no aprueben el inciso h, ya que ellos, a través de sus cooperativas, reciben el 9% de esos fondos destinados a promover la integración socio urbana de asentamientos inscriptos en el Registro Nacional de Barrios Populares, y que incluyen tierras de propiedad del Estado Nacional, de las provincias o municipios cedidos para ese fin.
Otros fondos fiduciarios conocidos son el PROCREAR, el de Desarrollo Productivo (Fondep), el “Estabilizador de Trigo Argentino” y el de Infraestructura Hídrica, entre otros.