Fuentes cercanas a Cristina Kirchner confirmaron en las últimas horas del miércoles que la vicepresidenta será intervenida quirúrgicamente en el Sanatorio Otamendi. Se trata de una operación programada con antelación y que tendrá lugar el jueves por la mañana.
La intervención quirúrgica a la que se someterá la vicepresidenta es una histerectomía, un procedimiento quirúrgico a través del cual se extirpa el útero y, eventualmente, los ovarios y las trompas de Falopio de la paciente. La operación coindice con el tramo final de la campaña electoral de cara a las elecciones generales legislativas del 14 de noviembre, por lo que se descuenta que la exmandataria no sería parte activa de los últimos días de actividad proselitista del espacio del FDT porque deberá permanecer en reposo.
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Aunque no trascendió el motivo que originó la decisión médica de operar a la vicepresidenta, Ofelia Wilhelm, madre de CFK que falleció en 2019, fue operada de una histerectomía en el año 2014.
Antecedentes quirúrgicos
Durante su segundo mandato como presidenta, en 2012, Kirchner fue internada en el hospital Austral por una operación de tiroides. Un año después, debió ser intervenida en la Fundación Favaloro por un hematoma subdural. Se espera que durante la jornada el Sanatorio Otamendi entregue un parte médico oficial.
Causa Hotesur
Temprano en la tarde, Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia pidieron ser sobreseídos en la causa Hotesur, por las que fueron enviados a juicio por supuesto lavado de dinero con alquileres de propiedades y plazas hoteleras a través de las sociedades comerciales Hotesur y Los Sauces. También lo hicieron Romina Mercado y Patricio Pereyra Arandia.
«Resulta imprescindible, de una vez por todas, dictar una resolución que ponga fin a estas actuaciones, que ya llevan varios años de trámite», sostuvieron los abogados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy en un escrito de 65 carillas presentado al Tribunal Oral Federal 5, que prepara sin fecha de inicio aún el juicio en ambas causas unificadas, que investigan presuntas maniobras de lavado de dinero con alquileres de plazas hoteleras y propiedades de la familia Kirchner.
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En el escrito se enumeraron además «irregularidades» en la investigación que elevó a juicio oral el juez federal Julián Ercolini y se apunta a las falencias de la investigación. En esa línea, se advirtió que «en palabras de la jerga judicial, sencillamente no se puede, no es legítimo, ir a la pesca en el marco de un debate oral: el hecho, sus circunstancias de modo, tiempo y lugar; sus autores, participes; y la relación causal entre conducta y resultado deben ser determinados» y el juicio «debe versar sobre la comprobación o no de un hecho o hechos».
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