Luciano Olivera, de 16 años, fue asesinado este jueves por la madrugada en Miramar tras recibir un disparo en el pecho por parte de un efectivo de la Policía Bonaerense, quien quedó detenido tras el hecho.

De acuerdo con la agencia Noticias Argentinas, el hecho ocurrió alrededor de las 4 de la maana en la plaza de Miramar. Allí, Luciano, que andaba en su moto, intentó ser identificado por oficiales del Comando de Patrulla local. Según la versión oficial, el chico se dio a la fuga y fue perseguido tras marcar un alerta radial. Luego, un patrullero lo interceptó de frente en la calle 8, entre 34 y 22, y allí. según dijeron los efectivos que participaron del operativo, el joven detuvo la marcha de la moto, personal policial descendió del móvil y el chico se dirigió directamente hacia el oficial Maximiliano González, quien preventivamente sacó su arma reglamentaria de la cual se habría escapado accidentalmente un disparo que impactó en el tórax del adolescente.

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En tanto, los amigos de la víctima relataron que el niño «se asusto y se fue» cuando los agentes le dieron la voz de alto en el control policial, y que además cuando empezó una breve persecución hubo una pelea y gases lacrimógenos. Tras disparar contra el joven, el efectivo fue trasladado a un hospital de la zona con una crisis de nervios y quedó con custodia.

Una de las tías del menor habló con TN y aseguró que a su sobrino «lo mataron como a un perro». «Le dieron un tiro, lo mataron de la nada y lo dejaron tirado como a un perro». Y lo describió: «Es un chico normal, que va a la escuela, es un buen chico». A su vez, señaló los problemas de seguridad que se viven en la localidad balnearia. «Miramar es un desastre. Acá corre mucho la droga en la Policía. El policía lo conocía al nene porque viven en el mismo barrio y le pegó un tiro igual».

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Este viernes por la tarde, vecinos de Miramar marcharon hacia la comisaría para pedir justicia por el crimen de Luciano. En camino al lugar, los manifestantes comenzaron a arrojar piedras y proyectiles contra los policías, que devolvieron las agresiones con postas de goma y gases lacrimógenos.