La investigación comenzó en pleno mandato del expresidente Néstor Kirchner y fue una de las primeras denuncias contra el kirchnerismo en torno a la malversación de fondos públicos en la obra pública. Ahora, 17 años después, la Justicia procesó a diez exfuncionarios y empresarios por recibir coimas de una empresa sueca (Skanska) que pagó 114 millones de pesos para ampliar gasoductos, evitando las licitaciones públicas.
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El juez Sebastián Casanello, al frente a la causa que instruyó el fiscal Carlos Stornelli, avanzó con el procesamiento de: el exsecretario de Energía, Daniel Cameron; el extitular del Enargas, Fulvio Madaro; el exfuncionario, Daniel Muñoz; Osvaldo Felipe Pitrau y Alicia Federico, junto a los representantes de la licenciataria Transportadora de Gas del Sur, Pablo Ferrero y Jorge García.
A este listado se le suman Daniel Zinna (de Skanska); y los titulares de la cuenta comitente que negociaban los cheques librados por Skanska, Horacio Héctor Tosí y Osvaldo Díaz.
Muchos de los actualmente procesados habían sido sobreseídos, pero el fallo luego fue anulado debido a las controversias procesales que generó el caso. La investigación ya avanzó sobre la primera etapa y fue elevada a juicio oral y público, en manos del Tribunal Oral Federal Nº 4. Desde ese entonces, están procesadas unas 31 personas, entre quienes se destacan el exministro de Planificación Julio De Vido, el exsecretario de Obras Públicas José López, funcionarios de la empresa sueca y titulares de empresas que habían servido para emitir facturas falsas a la empresa Skanska además de personas que intervinieron en el pago de sobornos.
LA PRUEBA
La estrella de la investigación es una grabación que realizó un auditor interno de la empresa involucrada, Claudio Corrizo. En ella se lo escucha hablar con Javier Azcárate, el entonces gerente comercial de la empresa, de las maniobras, los cálculos de pagos de los sobornos e incluso menciona al «pingüino de acá a dos cuadras», en alusión al difunto expresidente Néstor Kirchner. Los fiscales dieron con la grabación luego de que esta fuera secuestrada en en allanamiento realizado por el juez en lo penal económico Javier López Biscayart.
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«Teníamos dos o tres tipos de mucho peso designados por el cliente que son cuevas. El cliente para asegurar cobrar te pone uno, dos, tres tipos que son generalmente contadores que manejan diez empresas, cinco empresas, ocho empresas, que tienen las cuevas. viene un tipo a verte y te dice ‘yo te consigo las facturas de estas empresas’. ¿Qué le explicamos nosotros? Que esta es una empresa seria, no me vas a conseguir una mierda, que sea razonable, porque si no tenemos que salir nosotros a dar vuelta el mercado y con eso lo dejamos tranquilo. Entonces esta empresa tenía un tipo que manejó de ocho a diez empresas», explicaba Azcárate en la charla que fue grabada.
En cuanto a los fondos dilapidados, los mismos se derivaban a la supuesta ampliación de una obra de gas que llevaría adelante la empresa sueca, tanto en el norte como en el sur del país. Para llevarla a cabo se calculó un presupuesto de 195 millones de dólares para el norte y 240 millones de dólares en la del sur.
Los sobornos que pagó la empresa eran de 14 millones de pesos, lo que se traduce actualmente en un monto de $114 millones. Esta escandalosa cifra fue derivada a los exfuncionarios kirchneristas para que los procesos de contratación sean modificados, ¿cómo? Las licitaciones públicas que se abrieron para realizar las obras mencionadas pasaron a ser concursos privados, lo que fue clave para elegir con discrecionalidad a los oferentes.
Tras estas maniobras, los fondos presupuestados y lo que finalmente se gastó varió en una suma de 185 millones de pesos (del año 2005).
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