El ministro de Seguridad de Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, renovó sus críticas contra el presidente Alberto Fernández en vísperas de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El año pasado, el funcionario de Axel Kicillof había apuntado contra el Jefe de Estado bajo la frase «el que trajo al borracho que se lo lleve», pero en esta oportunidad fue más allá.
En diálogo con Luis Novaresio de LN+, Berni manifestó que actualmente no ve «un gobierno alineado tras la conducción, no solo administrativa, sino política del Presidente. Hay una acefalía de conducción política. La coalición no es peronista, el Presidente se definió como un socialdemócrata, como un progresista».
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En ese contexto, amplió: «El peronismo tenía una doctrina, una conducción, un proyecto de país y este Presidente vino a terminar con todo eso. Ni bien asumió yo estaba en total disidencia, inclusive cuando tenía el 90% de imagen positiva».
Según Berni, este gobierno no solo no tiene conducción sino que «el poder no lo ejerce nadie», tras esos dichos ponderó el carácter político de la vicepresidente, pero criticó su decisión de sumar al primer mandatario al espacio: «Nadie puede negar la capacidad de conducción que tiene Cristina (Kirchner), pero como consecuencia de esta alianza que hizo para ganar las elecciones se apartó de su proyecto nacional, se apartó de su doctrina y me parece que se dio cuenta tarde».
A pesar de sus diferencias, Berni aclaró que no perdió el vínculo con Cristina Fernández de Kirchner: «Mi discusión es política, no personal, yo la quiero y la aprecio pero tuve diferencias por el rumbo que estaba tomando ni bien arrancó el gobierno. Sabía que esto era inevitable por eso preferí no embarcarme en este rumbo porque me parecía que íbamos a la colisión».
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En otro tramo de la entrevista, se volcó a hablar de las elecciones presidenciales que se aproximan y adelantó que le parece «imposible» que Alberto Fernández sea reelecto y advirtió que dirigentes como Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy «eran muertos políticos hace 15 años pero hoy lideran las encuestas».
Al ser consultado sobre sí, con la creciente crisis inflacionaria, Alberto Fernández es «un muerto político», Berni lo negó y respondió: «No es un muerto político porque los muertos no molestan. Hoy el presidente molesta políticamente en la reconstrucción de un peronismo que tiene ambición de poder para transformar de verdad. Le hace mucho mal al peronismo, molesta esa necedad de seguir diciendo que va a ser candidato a presidente y mientras tanto el peronismo no puede reorganizarse».
Por el final, deslizó que le gustaría ser presidente «para cambiar la triste realidad de este país», aunque admitió que su precandidatura es casi imposible, porque primero «se tienen que alinear varios planetas, entre ellos los 100 millones de dólares que dijo Larreta que tiene para hacer la campaña, yo no los tengo y no es poca cosa», cerró.
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