Con los pasillos de la Casa Rosada cada vez más desiertos y el presidente Alberto Fernández reducido a formalidades de gestión y la relación de la Argentina con el extranjero, en el oficialismo la mayor parte de los dirigentes esperan por el “dedazo” de la vicepresidenta para elegir un candidato, mientras nadan contra la corriente el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, quienes todavía sueñan con una PASO.
Luego del acto que ungió a Cristina Kirchner como única armadora política del peronismo, al tiempo que la figura del presidente se desvaneció cargando con todo el peso del naufragio de la gestión de Gobierno, desde La Cámpora ya comenzaron a impulsar al ministro del Interior, Eduardo de Pedro, a través de carteles en el AMBA con la leyenda: «Se viene Wado”. En sintonía, el propio funcionario nacional subió en las redes sociales un video donde volvió a posicionarse como “parte de la generación diezmada” a la que su líder política mencionó hace una semana, y se asignó la “responsabilidad de construir una argentina que funcione”.
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La iniciativa de la agrupación kirchnerista comenzó luego de que, en el acto del 25 de mayo, durante el discurso de la vicepresidenta, no fueron pocos los que leyeron en la figura de De Pedro junto a la del ministro de Economía, Sergio Massa, una posible fórmula presidencial.
Por otra parte, desde el entorno del titular de Hacienda son varios los que presionan por un “candidato de unidad” para evitar dividir los votos del espacio y alertan que es “irresponsable” insistir con las PASO “por el capricho” de algunos dirigentes. Esta misma visión es compartida a esta altura por gran parte del oficialismo, incluido un sector del Movimiento Evita que lidera Emilio Persico.
Los únicos que aún están obsesionados con la idea de las primarias son el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien se prepara para las PASO, pero no sería un obstáculo en caso de que se decida lo contrario; el embajador Daniel Scioli, que ya manifestó que si CFK decide que no haya primarias va a ir igual por la presidencia, y el actual mandatario, al que le queda poco capital político como para imponer criterios de cara a la estrategia electoral del oficialismo.
Bullrich no se baja y continúa la interna en JxC
En la otra vereda de la contienda electoral, la precandidata presidencial Patricia Bullrich negó que desde el espacio que lidera el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, le hayan pedido que deponga sus aspiraciones al sillón de Rivadavia. «Vamos hasta el final en la contienda interna», subrayó en declaraciones radiales.
“No me lo pidió nadie, Larreta no me lo pidió. Tengo un compromiso con el pueblo argentino y la sociedad deposita en mí para hacer un cambio profundo, rotundo, consistente, valiente, sin medias tintas. A nadie se le ocurre bajarse del barco cuando estás yendo a la batalla”, argumentó en tono épico la ex ministra de Seguridad.
En ese marco, la titular del PRO en uso de licencia continuará con su recorrida de campaña por el conurbano, ya que tiene pactada para este sábado una visita a la localidad bonaerense de Merlo junto al precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Néstor Grindetti.
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En tanto, Rodríguez Larreta aprovechó su visita a la provincia de Mendoza para criticar al Frente de Todos cuando manifestó que Cristina Kirchner “fracaso”, al igual que Alberto Fernández. “El país está parado, la gente quiere un cambio”, afirmó el precandidato presidencial a medios locales.
Durante su recorrida por la localidad de Luján de Cuyo junto al gobernador Alfredo Cornejo, Larreta evitó referirse al precandidato por la Libertad Avanza, Javier Milei y a la interna que se vive dentro del frente que lo tiene como uno de los potenciales aspirantes a la presidencia.
A semanas de que se conozcan las listas de precandidatos de los diferentes espacios políticos, cuya fecha está prevista para el próximo 24 de junio, el principal partido de la oposición a nivel nacional intenta posicionar a sus referentes de cara a las primarias, mientras que en el peronismo todo parece inclinarse por la posibilidad de acordar un candidato de unidad bendecido por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
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