Tras su salida del PSG, Lionel Messi anunció finalmente que jugará en el Inter de Miami (Estados Unidos): «Tomé la decisión de jugar en Miami, no lo cerré en el 100% pero decidí continuar con mi carrera ahí».

A pesar de los rumores sobre diversas propuestas de otros equipos de Europa, el 10 argentino aseguró que en el continente solo buscaba jugar en el Barcelona. El club culé no ofertó y planeaba estirar la espera hasta el mes de agosto, pero Messi no aceptó la incertidumbre y se decidió por el equipo estadounidense que fundó el ex futbolista, David Beckham.

Lionel también recibió una oferta brutal desde Asia, específicamente del Al hilal de Arabia Saudita. Los números revelados oscilan entre los 400 millones y 1 billón de dólares, aunque ningún monto fue confirmado. Cualquiera de esas cifras hubiese sido histórica en el futbol en particular y el deporte en general.

En medio de las ansias de los fanáticos, el campeón del mundo decidió jugar en la MLS: «Tras ganar el Mundial y no poder ir al Barça, tocaba ir a la Liga de Estados Unidos para vivir el fútbol de otra manera y disfrutar más del día a día. Obviamente con la misma responsabilidad y ganas de querer ganar y de hacerlas cosas bien siempre. Pero con más tranquilidad», le dijo al diario Mundo Deportivo y al Sport.

«Lo económico nunca fue un problema para mí ni un obstáculo en nada. Incluso nunca llegamos a hablar del contrato ahora. Se pasó por encima una propuesta, pero nunca una propuesta formal, escrita, firmada, porque todavía no había nada y no sabíamos si se iba a poder hacer o no. Había la intención, pero no podíamos adelantar nada, incluso no hablamos de dinero formalmente. Si hubiese sido una cuestión de dinero me habría ido a Arabia o a otro lado. Me parecía muchísimo dinero y la verdad es que mi decisión para por otro lado y no por dinero”, detalló