El papa Francisco celebró la segunda misa del año denominada «Misa de la Epifanía del Señor» y, tras arremeter contra las parejas que no buscan tener hijos en la primera audiencia, criticó el «consumismo obsesionado».
La polémica del Papa comenzó cuando tildó de egoístas a todos los jóvenes que no buscan procrear de la siguiente forma: «La gente no quiere tener hijos, o solamente uno y nada más. Y muchas parejas no tienen hijos porque no quieren o tienen solamente uno porque no quieren otros, pero tienen dos perros, dos gatos«.
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Además, dijo que renegar de la paternidad y maternidad «quita humanidad«, conociéndose el futuro «invierno demográfico» que se acerca a muchas partes del planeta. En la misa de este miécoles profundizó en el consumismo «obsesionado» con la comida y la vestimenta
«Nos hemos obsesionado con las necesidades, con lo que comeremos o con qué nos vestiremos, dejando que se volatilice el deseo de aquello que va más allá», dijo el pontífice.
Esta falta de deseo que se produce, dice, «lleva a la tristeza y a la indiferencia». Así, el Papa lamentó «la avidez de comunidades que tienen todo y a menudo ya no sienten nada en el corazón».
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El pontífice admitió que se entristece «cuando una comunidad de creyentes no desea más y, cansada, se arrastra en el manejo de las cosas en vez de dejarse sorprender por Jesús».
Por último, Francisco hizo una crítica al interior de la iglesia y se cuestionó para finalizar: «¿Nuestras palabras y nuestros ritos provocan en el corazón de la gente el deseo de encaminarse hacia Dios o son lengua muerta, que habla sólo de sí misma y a sí misma?».
