Máximo Kirchner volvió al ruedo luego de cinco meses de inactividad. Insólitamente lo hizo para recriminarle al Poder Ejecutivo no terminar con un hospital inaugurado por su madre años atrás aunque también el actual Presidente se había comprometido a finalizarlo en plena pandemia.
Ahora, Máximo le pidió al Gobierno, mediante un proyecto de resolución, un informe sobre los «aspectos vinculados a la situación del Hospital de Alta Complejidad de Servicios de Atención Médica Integral para la Comunidad (SAMIC) ‘Presidente Néstor Kirchner'», ubicado en Gregorio de Laferrere, La Matanza.
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Asimismo, el diputado exigió que se explicite «el estado en el que se encontraban los avances de las obras en diciembre de 2019 y cuáles son los avances de las obras para su puesta en funcionamiento». Este año al igual que el anterior, este hospital abrió sus puertas únicamente como centro de vacunación, dado que el mismo se encuentra vacío en las demás salas. Tal como lo expuso el intendente matancero, Fernando Espinoza, en julio de este año vía Twitter.
Si bien el reclamo de Máximo Kirchner parece querer incomodar al oficialismo, no es más que, nuevamente, una recriminación contra el gobierno de Mauricio Macri. Es por ello que, en su resolución exige un informe sobre la actividad del mencionado hospital entre el periodo de 2015 a 2019.
En otra parte, el diputado también pidió una estimación presupuestaria para la puesta en marcha del nosocomio que lleva el nombre de su padre. Por el final, le pidió al Gobierno que «arbitre los medios necesarios» para garantizar la puesta en funcionamiento y el equipamiento necesario que permita la apertura del Hospital Presidente Néstor Kirchner.
LA PROMESA DE ALBERTO
Cuando el temor por el coronavirus colmó al país, se comenzaron a exponer las carencias en materia salud a nivel nacional. Desde falta de insumos básicos, hasta hospitales inaugurados completamente vacíos. En este último punto fue cuando los funcionarios comenzaron a tantear a quién responsabilizar por tan desastroso desempeño en planificación de obras públicas. Fue allí cuando el Presidente apuntó directamente contra el gobierno anterior.
A mediados del 2020, Alberto Fernández le había recriminado a Mauricio Macri el no haber finalizado el Hospital Presidente Néstor Kirchner a través de Twitter: «Junto a Gabriel Katopodis supervisamos el estado en el que están los hospitales de Laferrere y Rafael Castillo, en La Matanza. Las obras quedaron paralizadas hace cuatro años cuando quienes gobernaban pensaban que no hacían falta más hospitales«.
Y, si bien las chicanas contra Macri abundaron tanto de parte de Katopodis como del mismo Presidente, las promesas por poner en funcionamiento el hospital quedaron en el olvido junto al coronavirus y la creación de una vacuna nacional.
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SE SIGUEN GIRANDO FONDOS PARA SU PUESTA EN FUNCIONAMIENTO
Con poca o nula exposición, poco se sabe de los fondos destinados al mencionado nosocomio, pero sí se oficializó e hizo público que, durante 2015 se creó un convenio entre la provincia de Buenos Aires, la Municipalidad de La Matanza y el Estado Nacional en el que se comprometieron a continuar aportando fondos para que el hospital se ponga en funcionamiento «a la brevedad» según dice el documento que se publicó hace más de 6 años.
El Estado Nacional aporta un 70%
El provincial un 27%
Y el municipal un 3%
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RECLAMOS DE LOS VECINOS
De ser puesto en funcionamiento este hospital, ubicado en el centro de La Matanza, podría beneficiar a más de 700.000 mil habitantes y los vecinos que tienen que viajar más de una hora en transporte público al hospital más cercano, lo saben. Es por ello que en reiteradas oportunidades se manifestaron frente al nosocomio Presidente Néstor Kirchner sin recibir respuestas.
También desde el Honorable Consejo Deliberante de La Matanza realizaron múltiples pedidos expresando su preocupación por el estado de ambos hospitales inaugurados por CFK años atrás, uno de ellos, el René Favaloro -puesto en funcionamiento por Alberto Fernández- y el otro Presidente Néstor Kirchner.
Actualmente el hospital cuenta con menos del 80% de la obra, y más de 11 años de espera, el nosocomio no es más que un cascarón vacío, una puesta en escena que fue exhibida con fines proselitistas por Cristina Kirchner y que hoy es utilizado por su hijo para rebelarse ante un gobierno que ya no está.
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