Se reinicia mañana el juicio contra los imputados de violar, drogar y matar a Lucía Pérez, de 16 años, en 2016. La Corte bonaerense pidió que se realice un nuevo proceso luego de que los acusados hayan sido absueltos en el primer juicio.
En esa ocasión, dos años después del asesinato de Lucía Pérez, la Justicia determinó que las pruebas expuestas no confirmaban las acusaciones que pesaban sobre los tres acusados. Sólo dos de ellos, Juan Pablo Offidani y Matías Gabriel Farías, fueron condenados, pero no por el asesinato de Lucía, sino por tenencia de drogas con fines de comercialización, delito agravado por ser en perjuicio de menores y en inmediaciones de una escuela. De esta forma se cerraba el caso en el año 2018 y se iniciaba la lucha de Guillermo Pérez y Marta Montero, padres de Lucía.
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«Es una fantochada, una vergüenza absoluta», se había limitado a declarar en aquel entonces Guillermo cuando escuchó la sentencia contra los imputados, que contó con el voto unánime de los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale. «A mi hija la mataron, la violaron, y les dan ocho años de cárcel por vender drogas. Es una vergüenza», reclamó Marta en aquella oportunidad.
«Lucía tenía 16 años y Farías 23, por lo que sería muy forzado hablar de una situación de desigualdad o superioridad, sobre todo teniendo en cuenta la personalidad de Lucía quien no se mostraba como una chica de su edad y que además había referido mantener relaciones con hombres de hasta 29 años», decía uno de los párrafos de la sentencia que absolvió a los señalados.
Ahora, siete años después, volverá a realizarse el juicio contra los acusados absueltos. Mañana se dará inicio a las audiencias, se estima que el debate ocupe todo el mes de febrero para poder escuchar el veredicto, a más tardar, el 1º de marzo próximo. El nuevo proceso fue ordenado por la Suprema Corte de Justicia bonaerense, luego de que el Tribunal de Casación Penal provincial anulara la absolución de Juan Pablo Offidani y Matías Gabriel Farías, los dos imputados el el delito de abuso sexual y femicidio.
El juicio contará con un nuevo tribunal integrado por los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone, quienes deberán rever la causa, escuchar a los más de 40 testigos que se presentaron en el 2018 y definir la responsabilidad penal de los hombres acusados del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso real con femicidio, que contempla una pena a prisión perpetua.
Durante el primer juicio, los jueces condenaron a Farías y Offdani a ocho años de prisión por venta de drogas, pero desestimaron todas las pruebas presentadas en donde se los acusada de violar, drogar y asesinar a Lucía. Esto se debió a que, para los jueces, las relaciones fueron consensuadas porque Lucía conocía a sus agresores y había mantenido varias conversaciones por chat con los acusados.
En un fallo de 71 páginas los jueces Gómez Urso, Viñas y Carnevale, coincidieron en que no fue un femicidio, no hubo abuso sexual por parte de los adultos y tampoco existió un «empalamiento» tal como lo había instalado a la opinión pública la fiscal María Isabel Sánchez.
Para la fiscal Sánchez, la mañana del 8 de octubre, (día que fue asesinada Lucía Pérez) Farías y Offdani pasaron a buscar a Lucía y la llevaron hasta la casa donde vivía Farías con la finalidad de abusar sexualmente de ella, aprovechándose del estado de la víctima por su condición de consumidora.
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En cambio, los jueces desestimaron la labor de la fiscal y consideraron que «expuso sin ningún tipo de tapujo que la menor Lucía Pérez había fallecido producto de una agresión sexual inhumana provocada por un empalamiento anal» y que había sido una «horripilante historia surgida de la propia imaginación de la Dra. Sánchez», sostuvieron.
Algunas pruebas forenses y la interpretación del comportamiento de Farías, coincidieron con las apelaciones de la abogada de los acusados, quien planteó que las relaciones habían sido consensuadas y que Lucía falleció de sobredosis.
En cambio, para la abogada de la familia, Verónica Ojeda, la «Justicia patriarcal» fue la que impidió una condena acorde a las imputaciones: «La clave del debate va a ser eliminar los prejuicios que impidieron que se hiciera justicia la vez anterior. Venimos con la misma prueba, no es que se pudo incorporar prueba nueva», adelantó.
«Casación y la Corte dijeron que la sentencia dictada por los jueces en cuanto a la absolución y la culpabilización de Lucía era nulo porque los jueces se habían apartado de la imparcialidad. Es decir que el prejuicio los hizo parciales y les impidió cumplir con su obligación. Por eso decimos que este es el verdadero juicio porque entendemos que tenemos tres jueces imparciales», agregó Ojeda.
En este nuevo proceso los acusados no estarán en la sala y observarán el juicio a través de videoconferencia desde el penal donde están alojados. Se esperan las declaraciones de la familia de la víctima y 49 testigos.
«Lucía tiene que tener justicia, lo que hizo el Tribunal no tiene asidero, es una cosa espantosa. La culparon de su propia muerte y los dejaron libres, es inusual, no ha habido una sentencia tan cruel y tan perversa. Espero que sea la condena más alta, lo que debe ser», afirmó Marta Montero.
Además, confesó que es difícil volver a revivir lo sucedido, pero que es necesario para que se haga justicia: «Estamos firmes como familia y con la gente que nos acompaña siempre», concluyó.
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