Mientras en el kirchnerismo se terminaron las aspiraciones de “Cristina candidata” y Juntos por el Cambio, enfrascado en sus peleas internas, hace peligrar su eventual pase a segunda vuelta, el líder de La libertad Avanza Javier Milei sigue creciendo en las encuestas que hoy muestra un triple empate, aunque con una leve ventaja en intención de voto para el frente de la titular del PRO, Patricia Bullrich y del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
“Lo importante es entrar al balotaje”, señaló Cristina Kirchner en una entrevista emitida por un canal afín a su espacio el jueves pasado, lo que habla de que la vicepresidenta es consciente del escaso capital político que le queda al Frente de Todos. Lo saben también dentro de los sectores más cercanos a ella dado que, hace algunas semanas, decían por lo bajo que podía darse un “escenario catastrófico” y salir “terceros cómodos” en las elecciones.
Luego de esta nueva negativa a candidatearse, Cristina asumirá el lugar de armadora política dentro del peronismo, pero, a su vez, suma más inestabilidad en la interna de un frente político que hoy tiene un magro 16% de evaluación positiva de gestión, según las últimas mediciones de la consultora Poliarquía.
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En este sentido, con el tiempo acortándose, se espera que en las próximas semanas la vicepresidenta bendiga a algún posible candidato y, en ese marco, no son pocos los dirigentes de La Cámpora que proponen la opción “Axel para arriba”. Lo que consistiría en sacar al gobernador bonaerense Axel Kicillof de su espacio de confort, que sería ir por la reelección e impulsarlo a competir por la Casa Rosada. Una batalla que, a priori, se presenta bastante más difícil de ganar.
Hasta el momento, Kicillof resistió los pedidos del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, pero sin la vicepresidenta en la cancha, podría estar obligado a cambiar su destino político. El gobernador es leal a Cristina Kirchner, pero no es casual que en las últimas semanas haya dado a entender que desdoblaría las elecciones bonaerenses respecto del calendario nacional, ya que es una forma de ratificar que su lugar es la provincia, y que el riesgo de enganchar a un candidato poco atractivo en su boleta le restaría chances frente a Diego Santilli, su principal rival en los comicios.
En las actuales condiciones políticas, donde la coalición gobernante se caracteriza por el descrédito producto de una inflación descontrolada, en el entorno del gobernador opinan que ir por la presidencia es una meta muy difícil de cumplir. Además, entienden que en un eventual balotaje el voto opositor puede aglutinarse contra el candidato oficialista y eso terminaría con la posibilidad de retener el poder.
En la provincia de Buenos Aires el balotaje no existe y los comicios se ganan por un voto, si a eso se suma la dispersión opositora producto de la irrupción de Javier Milei y la aceptación que sigue teniendo el kirchnerismo en el conurbano bonaerense, el escenario aparece más alentador para el gobernador.
En este marco, será importante ver si existen novedades respecto de la interna de cara al 25 de mayo, donde el propio presidente realizó un llamamiento “a escuchar” a la titular del Senado, en lo que se plantea como un acto conmemorativo por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner.
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El Congreso radical y la interna en el PRO
Por el lado opositor, el diputado de la Unión Cívica Radical (UCR) Facundo Manes, quien ratificó su precandidatura a presidente y se plantea como una nueva alternativa dentro de Juntos por el Cambio, se mostró junto al otro precandidato del partido, Gerardo Morales en el Congreso que se está llevando a cabo en Córdoba.
Los dos dirigentes se unieron en este encuentro partidario para enviar un mensaje de unidad hacia el interior del frente, marcado por la puja interna en el PRO. El encuentro concluye hoy y está atravesado por el armado de listas y la alianza estratégica del radicalismo con las fuerzas que integran Juntos por el Cambio. Como telón de fondo del evento, aparece la interna en la UCR que encabezan los “moderados” vinculados a Horacio Rodríguez Larreta y el Grupo Malbec, cercano a Patricia Bullrich.
«Logramos la foto que otros partidos no sé si pueden», bromeó Morales al compartir escenario con Manes en una chicana a sus aliados del PRO durante el inicio de la jornada. Sin embargo, pese al intento de mostrar unidad, los dos referentes tienen pensado sostener sus precandidaturas, lo que complica las aspiraciones radicales, ya que, para poder imponerse a sus rivales del PRO, deberían llegar a las primarias con un solo candidato.
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Por otra parte, la apuesta de la ex ministra de seguridad, Patricia Bullrich de optar por Néstor Grindetti como candidato a gobernador en la competencia interna de Juntos por el Cambio para enfrentar a Diego Santilli, el candidato de Horacio Rodríguez Larreta, su eventual rival en las elecciones nacionales, la obligó a dejar afuera Cristian Ritondo, Joaquín De la Torre y Javier Iguacel, dirigentes que también aspiraban a ocupar ese lugar dentro del esquema la titular del PRO en la provincia. Se acerca el cierre de listas y Bullrich intenta hacer pie para que su elección del intendente de Lanús no le provoque un conflicto en el armado bonaerense, donde construyó una serie de alianzas para competir con Larreta.
En la otra vereda, el actual jefe de Gobierno porteño habló durante la semana respecto de la interna PRO con la ex ministra de seguridad y sostuvo que: “El que gana conduce, el que pierde acompaña». Además, se diferenció de su rival en las elecciones cuando señaló en declaraciones radiales que él tiene “experiencia” en todos los sectores del Estado. De esta manera, se hace difícil la posibilidad de que haya una única candidatura en Juntos por el Cambio, dado que Rodríguez Larreta está convencido de que la mejor manera de definir un candidato es con elecciones internas.
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