El Jefe de Estado abrió el Trigésimo Noveno Período de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y habló de diversas problemáticas que, en su opinión, afectan de lleno en la economía y sociedad argentina. En ese sentido, fue inevitable mencionar, como en cada discurso, a la pandemia y «la guerra» -como prefiere calificar a la invasión rusa a territorio ucraniano el mandatario-. Además habló nuevamente sobre los «discursos de odio».
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«En la actualidad, las fronteras se diluyen frente al riesgo de la manipulación de datos y noticias falsas que influyen en el ánimo social. La problemática y sus desafíos son globales. Es importante coordinar acciones regionales para enfrentar los discursos de odio motorizados por algoritmos que generan adicción digital, dificultan el diálogo y debilitan la convivencia democrática», analizó el Presidente en un escenario montado este lunes en el CCK.
En el Centro Cultural Kirchner fue acompañado por el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar; el canciller de Costa Risa, Arnoldo André Tonoco; en calidad de presidencia del 38 periodos de sesiones, el canciller Santiago Cafiero y la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont. También, del núcleo albertista acompañaron en primera fila, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; la ministra de Salud, Carla Vizzoti, la ministra de Mujeres, Ayelen Mazzina y la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
Haciendo referencia a los discursos de odio que, según él, derivaron en el intento de asesinato contra la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, el Presidente opinó: «la pandemia del coronavirus y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos han proliferado». En ese contexto expresó que es necesario «transformar reclamos legítimos por mejores condiciones de vida», pero no así con esos discursos «contra la política que pone en jaque la democracia», señaló.
Luego afirmó que esta violencia fue «ganando espacio» y se comenzó a naturalizar «expresiones y acciones violentas». Sin mencionar puntualmente al intento de asesinato contra CFK de mano de Sabag Montiel, Fernández se volcó directamente a hablar de la oposición y los medios de comunicación y los responsabilizó por la propagación de estos discursos violentos.
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«Quienes buscan debilitar y erosionar las democracias tienen intereses específicos que nos llevan a promover la polarización extrema. No aceptemos resignados que lo hagan».
Siguiendo las líneas del discurso escrito que llevó para la presentación, Alberto se refirió a la desigualdad social y completó la variedad de responsables y tópicos del evento: «La desigualdad que afrontamos es consecuencia directa de quienes pugnan por un Estado ausente que deja en manos del mercado».
En ese contexto pidió a la región «trabajar juntos» en una agenda de economía del conocimientos y economía 4.0 en América Latina y el Caribe, sumando también áreas de inteligencia artificial y seguridad: «Cooperar es un imperativo de fraternidad y, al mismo tiempo, una condición necesaria para lograr un desarrollo equitativo que no sumerja en la pobreza a los hombres y mujeres que habitan esta tierra», comentó.
«Argentina los invita a participar en una agenda estructurada a partir del diálogo, fortalecer los vínculos entre los países de la región y lograr posicionarnos de otro modo con el resto del mundo», concluyó Fernández.
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