Caso Lucía Pérez: El fiscal pidió prisión perpetua contra el principal imputado

En la etapa inicial de alegatos del segundo juicio, el fiscal Leandro Arévalo pidió prisión perpetua para Matías Farías a quien consideró autor de varios delitos, con agravantes por violencia de género.
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Créditos: Caso Lucia
Por: #BorderPeriodismo

En el primero de los alegatos del segundo juicio por el asesinato y abuso sexual de Lucía Pérez (16) el 8 de octubre del 2016, el fiscal al frente de la causa, Leandro Arévalo, pidió que se castigue con prisión perpetua a Matías Farías (29) tras considerarlo autor del delito de «abuso sexual con acceso carnal agravado por la muerte, por el suministro de estupefacientes y en el contexto de violencia de género en concurso con femicidio».

En la audiencia que tuvo lugar hace una semana, algunos de los testigos aún dudaban de la existencia de dichos delitos. Incluso los médicos que atendieron a la joven habían afirmado que el cuerpo no presentaba lesiones que coincidieran con la existencia de un abuso sexual. Así como también, se determinó que Lucía no murió de una sobredosis como había afirmado prematuramente un oficial de policía (según relató Marta Montero, madre de Lucía) sino que falleció por «asfixia tóxica» producida por el consumo de cocaína.

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Sin embargo, la investigación volvió a centrarse en los mismos puntos que al inicio. Durante la exposición que duró más de dos horas, Arévalo detalló el rol de Farías y cómo cree que abusó sexualmente de Lucía Pérez un día antes del desenlace fatal, cuando le vendió diversas drogas en las afueras de su escuela. También remarcó la participación de Juan Pablo Offidani, el segundo acusado del caso. En el caso de Offidani, el fiscal pidió 20 años de prisión por considerarlo «partícipe secundario», dado que este se hizo presente en la escena del crimen y ayudo a Farías a trasladar a la joven al hospital.

Cabe destacar que, de llegar a avanzar con las penas solicitadas por la fiscalía, este caso daría un giro de 180º, lejos de la absolución del 2018 que el Tribunal Oral Nº1 de Mar del Plata les había dado a los acusados. Luego de que la Cámara de Casación anulara ese fallo por considerarlo «carente de imparcialidad» se reinició el juicio que actualmente está transcurriendo.

Los acusados permanecen detenidos desde aquel entonces por el delito de venta de drogas agravado por ser en la puerta de un colegio, lo que les valió la pena de 8 años de prisión, pero no hubo pena alguna en referencia al asesinato de Lucía. Por eso, Arévalo reclamó en su alegato que se tenga en consideración el agravamiento por la disparidad que existía entre la víctima y los acusados, dándole pie a una causa con perspectiva de género.

«Cuando se habla de estudiar el caso con perspectiva de género es un dato que viene dado desde una visión que en el común de la gente tiene un punto de vista distinto. La mirada de género exige percibir la intención de los distintos géneros con sus fuerzas y debilidades y en el marco de ese concepto y analizando en perspectiva cómo se encuentran uno y otro en interacción dictaminar al respecto», planteó el fiscal y preguntó de manera retórica: «¿Cómo vamos a hablar que son iguales una persona que tiene 16 años con una de 23?».

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«Lucía era consumidora y en ese contexto claramente no está en igualdad de condiciones con aquel que se dedica a vender estupefacientes y que fue condenado por eso. Tampoco están equiparados si nos ponemos a pensar que en el encuentro, en esas cuatro horas que duró la llegada de Lucía al lugar, llega teniendo una deuda dineraria con Farías. Él era acreedor, uno bastante particular. Él había fiado, lo que no es una práctica habitual que hace el vendedor de drogas», añadió Arévalo.

Además, destacó que Farías y Lucía Pérez habían intercambiado 75 mensajes, pero en todos la víctima se mostró «evasiva», mientras que el acusado insistía.

«Las relaciones no fueron consentidas», según Arévalo, Farías le suministró «cantidades indeterminadas de cocaína para quebrantar su voluntad» y así poder abusarla. «para dar pauta de falta de consentimiento, no encontramos en la vida de Lucía indicador que tuvo interés en Farías como novio, amante o pareja. Hubo de todo menos consentimiento», completó tras exponer los mensajes que intercambiaron.

Por el final hizo mención a las pruebas que arrojaron los forenses y las desestimó alegando: «no necesariamente tiene que haber signos de abuso o violencia para que haya habido abuso». «les pido que tengan» en cuenta lo expuesto «cuando les reclamo que haya perspectiva de género», concluyó.

 

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