En medio del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, habló Pablo Ventura, un joven vecino de Zárate que había sido apuntado como sospechoso por el grupo de rugbiers responsables del hecho. Días después del suceso, se supo que Ventura no había estado en el lugar y que todo se trataba de una “broma” por parte de los principales acusados.
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Este miércoles, el joven fue llamado como testigo para declarar en el juicio contra los ocho imputados que se lleva a cabo desde este lunes. Mientras que Pablo fue convocado por la fiscalía, su padre fue también llamado para declarar por la defensa.
“Lo primero que pensé fue: ‘¿Qué voy a declarar si nunca tuve nada que ver?’. Además, es volver a exponerme. Pero confío en que después de esto todo se termine de una vez”, aseguró el joven remero al medio Infobae antes de acercarse a declarar.
Al mismo tiempo, Ventura contó que desde su aparición en los medios, por un motivo nada feliz, la gente comenzó a reconocerlo en las calles y le pedía selfies. Entre otras cosas, le preguntaban cómo estaba y lo saludaban constantemente: “No podía salir de casa”, aseguró. “Me sentía observado, no es que me miraban mal, pero me miraban. Hubo un antes y un después de lo que me pasó”, agregó sobre su experiencia tras el crimen de Fernando.
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Los medios también le preguntaron sobre la sensación que le generó ver a los acusados sentados en el Tribunal: “La verdad que no fue muy lindo. Alguno de ellos me inculpó falsamente. Todavía no puedo creer que al día de hoy nadie sepa quien dio mi nombre”, afirma. “Pienso en esos cuatro días que estuve encerrado y ‘me da cosa’. Es una situación horrible que no se la deseo a nadie”, aclaró.
Al momento que se cumplieron los dos años de la muerte de Fernando Báez Sosa, Pablo Ventura se encontraba en Villa Gesell, donde Silvino Báez y Graciela Sosa -padres de Fernando- realizaban un acto para pedir justicia. Aunque no le pareció adecuado hacerse presente allí, se contactó con ellos para reunirse y poder conversar.
“Tenía ganas de hablar con ellos. Siempre me quedé con las ganas de decirles que sentía mucho lo de Fernando, porque su hijo tenía casi la misma edad que yo y salió a divertirse con amigos. Fue un momento muy duro, pero después de eso me sentí mucho mejor”, contó el joven de Zárate.
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