El partido bonaerense de La Matanza vuelve a ser noticia por la grave situación de inseguridad. Este jueves se conoció que un niño, de apenas 12 años, fue increpado por dos delincuentes cuando regresaba del colegio, quienes habrían querido robarle la mochila y terminaron disparándole en el rostro.
El intento de robo sucedió el miércoles por la tarde en Ciudad Evita. Mientras el menor volvía a su hogar, al menos dos jóvenes lo interceptaron. Los principales testigos aseguraron que intentaron sacarle la mochila, pero terminaron atacando al niño de un balazo. De milagro, el chico se encuentra fuera de peligro.
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Tras el disparo, la víctima fue trasladada al Hospital Ballestrini, también ubicado en La Matanza, en un vehículo particular, debido a la demora que tuvo la ambulancia. Al momento de ser atendido por la herida de bala en el pómulo derecho, se le realizaron los estudios correspondientes y la intervención necesaria, constatando que el menor se encontraba fuera de peligro. Increíble pero real.
A pesar de algunas declaraciones que cuentan sobre un intento de robo, la investigación policial profundiza en el hecho, y baraja la posibilidad de que los criminales hayan interceptado al menor sólo con la intención de atacarlo físicamente.
En este sentido, una de las principales testigos aseguró que el niño caminaba cuando dos jóvenes, de 18 y 20 años de edad aproximadamente, lo increparon por la espalda y le dispararon sin titubeo. De inmediato ambos se dieron a la fuga sin llevarse ninguna pertenencia del menor.
“Lo vi, salí corriendo y estuve con él”, afirmó al canal televisivo TN una de las primeras mujeres en asistir al chico. “Escuché el disparo. Yo estaba en el fondo. Me asomo, no veo a nadie por una puerta, pero al asomarme por la otra sí lo veo saliendo del supermercado. Mi amiga que estaba acá me dijo que escuchó un grito de ‘ayuda”. Yo salí y veo como que le sangra el ojo, se apoya contra una pared y empieza a largar sangre por la boca”, detalló la joven que estaba en su trabajo cuando transcurrió el hecho.
“Él estaba hablando con su mamá y le dijo ‘Mamá, me pegaron un tiro, estoy en el chino’. Yo lo ayudé a sentarse y le dije ‘Quedate y hablá conmigo nada más”, explicó la mujer que también cubrió la herida del joven con su delantal deteniendo el sangrado.
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“Me dice ‘Venía caminando y me dieron un tiro, nada más’. Me quedé esperando a que venga la policía y la ambulancia, que nunca apareció. Yo mientras tanto le presionaba el pómulo para que dejara de sangrar porque pensé que se me iba a morir en las manos. Se estaba desangrando y me decía que ya no sentía su cara. Le seguí hablando y haciendo fuerza para que él no pierda tanta sangre”, relató.
Por otro lado, la mujer expresó la indignación que siente por la indiferencia de los vecinos al momento del hecho en La Matanza: “Se estaba desangrando y la gente no hacía nada. Puede ser el hijo de cualquier persona y la gente solamente mira. Parece que ven sangre y no se meten. Es lo que tenés que hacer. Esas cosas no se piensan, tienen que salir del corazón. Una vecina salió con una toalla limpia, fue la única que me ayudó”, contó.
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