Este lunes el fiscal Diego Luciani estuvo en boca de todos al mostrarse tajante e intimidante contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner en su alegato en la Causa Vialidad. El fiscal dejó argumentos contundentes, que se reprodujeron en las redes sociales y en medios de comunicación. Pero, más allá de esto, muchos se hicieron la pregunta del millón: ¿Quién es Diego Luciani?
Hombre de poca paciencia, pero de buenos modales, Luciani ya había sacado a relucir su personalidad, encantadora para muchos, -chocante para otros- cuando el Presidente de la Nación tuvo que declarar el 15 de febrero de este año.
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Recordemos que el primer mandatario fue citado porque pertenecía al Gabinete de la aquel entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner. Gabinete al que la actual vice responsabilizó de todos los «descuidos» o «acciones fraudulentas».
En ese contexto Alberto Fernández tuvo que enfrentarse al fiscal Luciani a principios de este año. Cuando el fiscal le preguntó por los sobreprecios en las obras públicas que apuntan directamente a Austral Construcciones, el presidente le dijo: «Doctor, me da la impresión de que usted no escuchó bien».
«Lo escucho bien, perfectamente», respondió Diego Luciani, a lo que el Presidente comentó que entonces Luciani tenía «problemas de comprensión».
Entonces Diego Luciani decidió cerrar el diálogo: «No me falte el respeto».
Lo cierto es que, a partir de estas respuestas instantáneas y el poco o nulo filtro al transmitirlas, este lunes el fiscal volvió a ganar el protagonismo en esta causa tan importante para la Justicia de nuestro país.
Diego Luciani se graduó en la UBA, lo caracteriza la humildad y la inexistencia de lujos en su manera de trabajar y vivir. Con una bandera argentina, un título en su despacho, su escritorio y su silla comenzó desde joven a trabajar en las causas «pesadas» que envuelven a Argentina.
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Luciani trabajaba en la causa AMIA cuando aún estaba en la Facultad, después de finalizar un día de estudios, volvía para quedarse hasta medianoche trabajando junto con Juan José Galeano, cuando este estaba a cargo de la mencionada causa.
También se desempeñó, aunque no muy cómodo, en la fiscalía de secuestros extorsivos, cuando después de muchas idas y vueltas pudo cambiar la jurisdicción con una fiscal que quería dejar su edificio.
Este cambio reinició las oportunidades del fiscal y le permitió conformar la antiquísima procuradora general de la Nación y cercana a la agrupación kirchnerista Justicia Legítima. Fue en este trueque formal que el fiscal Luciani fue visto para varios como «hombre del kirchnerismo».
No obstante, dejarían de ubicar a Luciani como objeto de perteneciente a un partido, cuando este comenzó a mostrarse como una molestia en el camino. Cuando la procuradora Alejandra Gils Carbó «recomendó» la suspensión del fiscal José Maria Campagnoli, quien intervino en una causa contra Lázaro Báez.
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Luciani trabajaba en la causa AMIA cuando aún estaba en la Facultad. Después de finalizar un día de estudios, volvía para quedarse hasta medianoche trabajando junto con Juan José Galeano, cuando este estaba a cargo de la mencionada causa.
También se desempeñó, aunque no muy cómodo, en la fiscalía de secuestros extorsivos, cuando después de muchas idas y vueltas pudo cambiar la jurisdicción con una fiscal que quería dejar su edificio.
Este cambio reinició las oportunidades de Luciani y le permitió conformar la antiquísima procuradora general de la Nación y cercana a la agrupación kirchnerista Justicia Legítima. Fue en este trueque formal que el fiscal Luciani fue visto para varios como «hombre del kirchnerismo».
No obstante, dejarían de ubicar a Luciani como objeto de perteneciente a un partido, cuando este comenzó a mostrarse como una molestia en el camino. Cuando la procuradora Alejandra Gils Carbó «recomendó» la suspensión del fiscal José Maria Campagnoli, quien intervino en una causa contra Lázaro Báez.
Fue allí cuando Luciani se apartó de las señalizaciones que le habían adjudicado, y dijo que no tomaría sugerencias tendientes a operar sobre hombres del poder que se manifestaron en contra de los intereses del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Desde ese momento, Luciani dejó de ser categorizado como «fiscal K» y pasó a ser una duda, una sospecha, una molestia que nadie quería tener.
Terminando con la cronología, actualmente el fiscal se enfrenta a Cristina Kirchner, Lázaro Báez, José López, Julio de Vido, Carlos Santiago Kirchner (primo de Néstor Kirchner) y ocho personas más.
La única certeza actual es que la Causa Vialidad es la que más preocupa a Cristina. Es por ello que hasta Alberto Fernández se hizo eco de las quejas en cuanto al manejo en la Justicia que publicó CFK en Twitter. Por lo pronto, Luciani busca probar los abismales sobreprecios antes del año que viene, para impedir que CFK vuelva a ejercer cargos públicos o peor aún, que pueda resguardarse bajo fueros.
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