Luego de varios meses de incertidumbre, durante la semana se dieron a conocer las fórmulas con las que JxC competirá en las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO): Larreta-Morales y Bullrich-Petri. A partir de hoy, la pelea por el voto opositor se lanzará a todo nivel, aunque para entender lo que se viene es importante realizar un breve repaso de la trayectoria de campaña de los dos candidatos del frente.
La idea de ser candidata a presidenta comenzó a rondar en la cabeza de Patricia Bullrich allá por el año 2019, ni bien terminó su gestión al frente del ministerio de Seguridad. “Me dijeron que no iba a poder, que no tenía dinero, que no tenía aparato”, contó en una entrevista realizada hace unos meses, donde además afirmó que, al principio, tenía “miedo” de la decisión que tomó por ese entonces.
No es para menos, dado que al inicio de su carrera electoral carecía de la estructura y el financiamiento necesario para llevar a buen puerto su campaña, por eso, en el entorno de la ex ministra, cuando recuerdan su pasado peronista, es habitual la comparación entre la contienda actual con Horacio Rodríguez Larreta y una de las últimas grandes internas que vivió nuestro país, cuando en 1988 el ex presidente Carlos Menem le ganó a Antonio Cafiero quien, en los papeles, contaba con mayores recursos que el riojano.
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Bullrich realizó su primera reunión con intenciones de ser candidata en marzo del 2021, bastante tiempo antes del punto en que nos encontramos hoy. Unos meses más tarde, luego de renunciar a su postulación como diputada por la Ciudad de Buenos Aires, “La piba”, como la apodan en su época de militancia juvenil, reveló: «Desde que tengo seis años quiero ser presidenta».
De ese tiempo a esta parte, la ex ministra de Seguridad pudo sortear las dificultades que la hacían correr de atrás respecto de su contrincante y consiguió el financiamiento que le permitió estructurar su campaña. Además, pudo solventar la falta de armado mediante la incorporación a sus filas del intendente de Lanús, Nestor Grindetti, quien fue un colaborador fundamental para convencer a sus pares en el conurbano de acompañarla. Y, asimismo, logró esquivar el escándalo en el que se vio envuelto su ex jefe de campaña Gerardo Milman, quien se encuentra involucrado en la causa por el atentado contra CFK.
Con todo, la ex ministra hace de la épica y de la confianza en sí misma sus mejores armas de cara a las PASO del 13 de agosto, y confía en su olfato para convencerse de que el 10 de diciembre será ella la que se siente en el sillón de Rivadavia. ¿Se repetirá lo del ’88 y corriendo desde atrás Bullrich llegará a la presidencia? Primero, tendrá que vencer a un duro rival en la interna.
Rodríguez Larreta y el sueño de “ser recordado” como presidente
“Sueño con ser recordado como el presidente del punto de inflexión”, afirmó hace unos meses Horacio Rodríguez Larreta en una entrevista realizada por el periodista Oscar González Oro, aunque, para ese entonces, las aspiraciones presidenciales del jefe de Gobierno ya habían sido explicitadas mucho tiempo atrás.
Si bien Larreta ya se perfilaba como candidato desde antes, dado que las reuniones para su candidatura empezaron en enero del 2022, la primera vez que expresó públicamente su intención de ser primer mandatario fue en abril del año pasado, en el marco del Foro “Llao Llao” que se llevó a cabo en la ciudad de San Carlos de Bariloche. “Vamos a ir a unas PASO en Juntos por el Cambio; yo voy a ser candidato y competiré contra los que quieran presentarse”, anunció por aquel entonces el jefe de Gobierno. A partir de ese momento, todos los cañones estuvieron puestos en el armado, una de las principales ventajas que tiene Larreta en relación a su contrincante, a quien debe vencer si quiere hacer realidad su sueño de llegar a la presidencia.
Promediando el 2022, mientras Larreta ya comenzaba a viajar por el interior y el conurbano bonaerense, cuando se cumplieron 20 años del PRO, en el transcurso del acto se cantó por “Horacio presidente” y empezó a diagramarse la estrategia territorial para hacer pie en todo el país.
Luego, a partir de que la ex ministra de Seguridad hizo notar su intención de ser candidata a presidenta, comenzaron los cruces con Larreta, donde la escalada llegó a un límite cuando, en el marco de la presentación del libro del ex presidente Mauricio Macri de noviembre del año pasado, Bullrich amenazó al jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, con “romperle la cara” por cuestionar públicamente que sus actitudes eran “funcionales al kirchnerismo”.
En su momento, el ex presidente Mauricio Macri, más allá de que siempre mostró su inclinación por Bullrich y por ese entonces todavía no estaba definido su propio futuro político, intentó poner paños fríos a la situación en una cumbre del PRO que se llevó a cabo en el mes de noviembre pasado.
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Con la disputa interna ya lanzada por ese entonces contra la ex ministra de Seguridad, quien había comenzado a crecer en las encuestas, en diciembre pasado Larreta incorporó dirigentes duros como Waldo Wolff y Cynthia Hotton. La intención en dicha circunstancia era atraer a una porción del electorado que lo ve como moderado.
Ni siquiera durante las vacaciones de verano el jefe de Gobierno dejó de trabajar en función de su candidatura, dado que apenas siete días de iniciado el año electoral, se mostró con el que ahora es su candidato a vicepresidente Gerardo Morales, para empezar pergeñar la fórmula que terminó por consolidarse esta semana.
Más tarde, vino el spot de campaña del faro con tintes cinematográficos, mediante el cual, el dirigente de Juntos por el Cambio arrancó formalmente su carrera por la presidencia. “No se trata de ser presidente, yo quiero ser buen presidente”, anunciaba en el video con el que inició el camino a la pelea por la Rosada.
Después vino el discurso en tono de campaña en la inauguración de las sesiones de la Legislatura porteña, los intentos por evitar la confrontación directa con Bullrich, y la recorrida fuerte por el conurbano y el interior que lo llevó al cierre de listas con un armado robusto y una estructura importante de cara a su batalla interna en las PASO.
Luego del recorrido que lo trajo hasta hoy como uno de los candidatos con más chances en la oposición, ¿podrá Rodriguez Larreta cumplir su sueño de ser presidente? O se hará posible la fantasía de Patricia Bullrich respecto de convertirlo en el Antonio Cafiero que perdió la elección frente al carismático riojano en el ‘88. El tiempo lo dirá.
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