El domingo por la tarde, en el marco del clásico barrial de la Primera C del fútbol argentino entre Leandro N. Alem y Luján, un hincha de Luján, de 18 años, fue atacado por barras del Alem. Joaquín Coronel recibió un balazo que causó su muerte en el día de hoy, a pesar de los esfuerzos de los médicos al momento de operarlo. Además de Joaquín, otras catorce personas fueron heridas por las agresiones entre los barras bravas de los dos clubes.
Ambos equipos jugaban el partido cuando a los 14 minutos del primer tiempo una bomba de estruendo cayó cerca del banco de suplentes de Alem. El hecho desembocó en fuertes incidentes en las afueras del estadio, que dejaron varios heridos por disparos de armas de fuego.
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Al momento de la explosión generada por los hinchas de Luján, el árbitro Nicolás Kresta interrumpió el partido a la espera de que se normalice la situación. Minutos después, y con un revuelo total en las tribunas, Kresta suspendió el encuentro de forma definitiva. Esto provocó la salida simultánea de los barras de ambos cuadros, que se enfrentaron a tiros fuera del estadio.
Las autoridades de la localidad de Luján declararon que «habiendo ingresado casi la totalidad de la parcialidad local al club por la puerta principal de la calle Francia, y estando dirigentes del club visitante, Alem, por la puerta de calle Pellegrini, los simpatizantes del equipo local comenzaron agresiones con piedras, debiendo intervenir las autoridades para lograr dispersar y contener los actuantes en el hecho«.
Según los medios locales, entre las balas de goma y gases lacrimógenos de la policía, y los disparos de arma de fuego de las barras, más de veinte personas resultaron heridas; cuatro de ellas de forma grave, entre ellos Joaquín Coronel, quien finalmente falleció.
QUIÉN ERA JOAQUÍN CORONEL
Joaquín Coronel tenía tan solo dieciocho años cuando murió tras salir herido de gravedad en el enfrentamiento de barras de Luján y Alem, este pasado domingo 10 de julio. Joaquín y su hermano fueron con grandes expectativas al estadio de su club (Luján), quien pelea el campeonato de la Primera C. Pero lo que debía ser un día especial, fue arruinado otra vez por la violencia de las barras en el fútbol.
Aunque la investigación sigue su curso, se sabe que el cuerpo de Coronel fue hallado cerca de la entrada del estadio con una herida de bala en el lado derecho del abdomen, que lo hacía retorcerse del dolor. El proyectil causó lesiones de alta gravedad en el interior de su cuerpo, y no pudo ser salvado tras horas de intervención médica.
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La policía de Luján aseguró que, comenzado el partido, siete automóviles del club visitante llegaron al lugar a pesar de no tener acceso al estadio. Posteriormente abrieron fuego contra hinchas del clásico rival, provocando varios heridos y la muerte de uno de ellos.
La madre de Joaquín también prestó declaración a los medios: “Mi hijo fue a ver un partido de fútbol. Y en ese partido hubo disturbios. Por lo que pudimos saber, entraron barras de otros lugares, de Morón, de Almirante Brown, de Moreno, de Gral. Rodríguez. Vinieron en una camioneta”, afirmó la mujer.
“Estos tipos llegaron, se bajaron con armas, se pusieron remeras de Luján, entraron como si fueran hinchas de Luján y no lo eran (…) Esto no lo dice nadie, pero por lo que nos dijeron, el tiroteo empezó dentro de la cancha. Empezaron a los tiros adentro y los chicos empezaron a intentar escapar para todos lados”, denunció Elizabeth.
El joven era un gran fanático del deporte y de Lujan, según su madre. Iba a menudo a la cancha con sus hermanos, que también son hinchas del club. Joaquín se encontraba cursando el último año de la secundaria en la Escuela Normal Florentino Ameghino, ubicada también en la zona.
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