Las estatizaciones de empresas por parte del Estado es algo que ocurrió a lo largo de la historia Argentina y que hoy en día sigue vigente en algunos casos donde el gobierno de turno encuentra razones para injerir en los privados. El último antecedente fue en 2020, cuando Alberto Fernández buscó intervenir y expropiar el Grupo Vicentín por sus deudas.
A lo largo de los 12 años que gobernó el kirchnerismo, primero Néstor y luego Cristina, siete empresas fueron intervenidas y pasaron a estar bajo el control estatal. Pero… ¿funcionaron las estatizaciones o sólo fueron medidas meramente políticas?
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CORREO ARGENTINO
El Correo Argentino fue el primer caso de esta lista. En noviembre de 2003, Néstor Kirchner dispuso la rescisión del contrato con la empresa SOCMA de la familia Macri. Luego de cuatro años al frente y con una deuda de 300 millones de pesos -por la convertibilidad era la misma cifra en dólares- la compañía entró en concurso de acreedores hasta la intervención estatal. En 2016 se intentó condenar la deuda en casi un 99% pero finalmente no prosperó y en 2021 fue nuevamente rechazada una propuesta de pago muy inferior a la cifra original. Esto derivó en que se decrete la quiebra pero el grupo Macri apeló el falló y aún no hay una definición de la Corte Suprema. El balance de 2021, arroja una de deuda de 5 mil millones de pesos.
AySA
Luego fue el turno de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) empresa que nació en 2006, después de que el Estado finalizará la concesión del grupo francés Suez por incumplimiento en inversiones de infraestructura en Capital Federal y Gran Buenos Aires. En 2019, el gobierno de Macri debió abonar 245 millones de dólares como compensación. Actualmente, cuenta con un déficit de 32 mil millones de pesos.
AEROLÍNEAS ARGENTINAS:
En 2009 y bajo la presidencia de Cristina Kirchner, el Estado argentino decidió recuperar el control de la empresa junto con Austral. En ese momento, se abonó 1 peso como «compensación». El grupo español Marsans, en quiebra desde 2010, lo calificó como «ilegítimo», fue a juicio y ganó. Como indemnización, Argentina tuvo que abonar 320 millones de dólares. Actualmente cuenta con un déficit operativo de 73 mil millones de pesos.
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YPF
La expropiación del 51% de la empresa española REPSOL en 2012 es uno de los casos más recordados. Julio de Vido, en ese momento ministro de planificación fue el encargado de la intervención aprobada en el Congreso. En ese momento, se abonó una indemnización de 5 mil millones de dólares aunque hay un juicio abierto en Nueva York que todavía no tiene sentencia pero podría costarle al Estado cerca de 20 mil millones de dólares. Actualmente, el déficit de la compañía es de 6 mil millones de dólares.
Estas son las más destacadas dentro de una lista de estatizaciones que también integran Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor) en 2007, Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” (FADEA) en 2010 y Ferrocarriles Argentinos que comenzó en 2008 y finalizó en 2018.
Luego de la decisión de intervenir Edesur por 180 días y controlarlo, desde el Gobierno Nacional no descartaron terminar nuevamente en un proceso similar a los antes mencionados. ¿Seguirán apostando por las estatizaciones?
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